Cooperación internacional y seguridad vial, presencia de una institucional global y regional
La cooperación internacional, a partir de una colaboración que incorpore a gobiernos, sector privado y sociedad civil, resulta prioritaria para abordar los complejos desafíos que enfrenta la humanidad en el siglo XXI: gasto militar global, amenazas de nuevas guerras, creciente peligro nuclear, cambio climático, terrorismo internacional.
En este contexto, las Naciones Unidas (ONU) y sus diversas agencias especializadas, deberían consolidar un rol prioritario en una cooperación multilateral que está crecientemente amenazada por gobiernos que defienden una agenda unilateral frente a las decisiones multilaterales que deberían prevalecer en el sistema internacional.
Los mecanismos de cooperación internacional están diseñados para promover y optimizar la cooperación Norte-Sur, esto es asistencia al desarrollo desde los países más avanzados a los que están en vías de desarrollo. A lo anterior se suma la cada vez más importante cooperación Sur-Sur, que fomenta el intercambio de experiencias entre países en desarrollo que tienen problemáticas y contextos similares. Un objetivo central de esta cooperación es transferir de manera efectiva tecnologías verdes y digitales a los países en desarrollo, de modo de disminuir las brechas de inequidad.
La dinámica de cooperación internacional resulta fundamental en múltiples sectores, que incluyen, entre muchos otros, seguridad global, necesaria para la mantención de la difícil paz mundial; desarrollo económico y social, tendiente a lograr una mayor equidad y reducir problemas como la hambruna y la pobreza; salud, con la necesidad de mejorar la vigilancia epidemiológica y el acceso universal a sistemas de vacunación efectiva; cambio climático, facilitando la adopción de energías renovables y sostenibles.
A los ámbitos anteriores, es preciso sumar la seguridad vial, un problema de gran impacto en la sociedad moderna, a través de la adopción de tecnologías de vehículos seguros, sistemas de gestión inteligente del tráfico y electromovilidad, que tengan por finalidad disminuir la siniestralidad vial, un tema cada vez más preocupante en las diferentes ciudades del mundo.
En el campo de la seguridad vial, es imprescindible mencionar y destacar el rol fundamental que desempeñan algunas ONG y organizaciones internacionales, existiendo una institucionalidad global en esta materia. La Alianza Global de ONG para la Seguridad Vial (Global Alliance of NGOs for Road Safety) es una red mundial cohesionada y activa, que está conformada por más de 300 ONG provenientes de más de 100 países diferentes. Estas organizaciones trabajan de manera coordinada con un objetivo concreto: reducir las muertes, lesiones graves y discapacidades permanentes causadas por los accidentes de tránsito en todo el mundo.
Por su parte, la Organización Mundial de la Salud (OMS), una agencia especializada de las Naciones Unidas, fundada en 1948, tiene como una de sus tareas liderar los esfuerzos internacionales en materia de seguridad vial. Esta organización ha sido la encargada de elaborar el Plan Mundial para el Segundo Decenio de Acción para la Seguridad Vial 2021-2030, el cual sirve como documento guía para que los gobiernos desarrollen sus propios planes de acción en torno a la seguridad vial. La OMS facilita también la cooperación internacional a través de mecanismos consultivos como son el Grupo de Colaboración de las Naciones Unidas para la Seguridad Vial, creado en 2004, y el Fondo de la ONU para la Seguridad Vial (UNRSF) que se fundó en 2018.
A nivel interamericano es importante mencionar a la Organización Panamericana de la Salud (OPS), organismo especializado en salud pública, creado en 1902. Afiliada a la OMS y a la Organización de Estados Americanos (OEA), tiene como objetivo fortalecer los sistemas de salud en el hemisferio. Para la OPS, la seguridad vial constituye una prioridad de salud pública y desarrollo sostenible.
En el contexto latinoamericano es también destacable el rol que ha asumido la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) como articuladora en la estrategia global de seguridad vial para la región. Organiza consultas regionales con los Estados miembros para identificar desafíos y compromisos nacionales. Por ejemplo, tras una consulta de marzo de 2025, reafirmó que la seguridad vial es un componente esencial de la planificación del transporte en la región latinoamericana.
En este contexto de institucionalidad global en materia de seguridad vial, hay que mencionar el Decenio de las Naciones Unidas del Transporte Sostenible, instituido por la Asamblea General de las Naciones Unidas, en una resolución adoptada en diciembre de 2023. Este decenio, que comienza el 1 de enero de 2026, se alinea con los principios y metas establecidos en la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible. Su propósito central es fortalecer la cooperación económica tanto a nivel regional como interregional, reconociendo el papel esencial del transporte como motor del comercio, acceso a servicios y cohesión social.
Para materializar esta visión, la iniciativa promueve activamente una serie de acciones clave en tres ejes principales, que apuntan a fortalecer los vínculos entre todos los modos de transporte, lo que implica desarrollar una interconexión entre el transporte terrestre (carretero y ferroviario), marítimo, fluvial y aéreo; mejorar la conectividad de la infraestructura, mediante la implementación de tecnologías inteligentes y la adopción de estándares de seguridad más rigurosos; fomentar el transporte sostenible, lo que abarca la promoción de la movilidad activa (caminar y andar en bicicleta), el impulso al transporte público de alta calidad, la transición hacia vehículos y combustibles más limpios, y la planificación urbana que priorice la accesibilidad y la reducción de la dependencia del automóvil particular.
El Plan del Decenio es uno de los instrumentos más visibles en materia de multilateralismo y cooperación internacional, mostrando que la seguridad vial ha dejado de ser un tema técnico para convertirse en un pilar fundamental de salud pública y desarrollo sostenible. La presencia de una importante institucionalidad global en materia de seguridad vial desafía las crecientes limitaciones que enfrenta la cooperación internacional en la presente década.
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