Al abordaje

Sergio Velasco
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"La turbulencia de los demagogos derriban los gobiernos democráticos", Aristóteles

Mónica González, Premio Nacional de Periodismo 2019, fundadora y presidenta de Ciper, se destaca por decir sus opiniones, sobre todo si se trata de defender los máximos principios de la estabilidad democrática. Democracia que costó mucho recuperarla.

El ex comandante en jefe de la Armada almirante (r) Miguel Ángel Vergara, en el marco de la celebración de la Glorias Navales del pasado 21 de mayo en el Club Naval de Valparaíso y en su calidad de presidente de la Liga Naval, afirmó que "la patria no solo puede estar amenazada por fuerzas externas, sino que también, y quizás más graves, desde su interior y de manera solapada".

Para culminar con su arenga imitando malamente a Arturo Prat, señaló que los marinos deben estar preparado para "saltar al abordaje", si las condiciones del país, según el retirado almirante así lo requirieran.

Las desatinadas e inoportunas palabras del ex comandante no solo causaron estupor. Molestia generalizada en círculos políticos de todos los sectores del acontecer nacional. El claro llamado a la sedición se manifestó una vez más en algunos altos mandos pasivos de la Armada nacional.

La destacada periodista en el programa "Pauta Libre" de La Red le espetó molesta: "Lo que usted defiende no se llama patria, se llama ser miserable y cobarde". Continúo señalándolo directamente "usted sabe de lo que hablo señor Vergara, porque usted participo de esto. De violaciones a mujeres y hombres amarrados, torturados. Lo peor abusaron de sus mujeres y hermanas delante de ellos".

"Está llamando a cometer crímenes, como los que hicieron en el cuartel Silva Palma, que hasta hoy provoca estremecimiento en la gente buena de Valparaíso y Viña del Mar".

¿Sedición pura o pura sedición? Es el fantasma del pasado que aún prevalece en algunos altos oficiales de la Marina. Rememorando aquellos días en que el almirante José Toribio Merino Castro fraguó con otros golpistas el proceso de alzamiento de las Fuerzas Armadas, el 11 de septiembre de 1973, en contra el orden constitucional establecido.

El otrora edecán del dictador Augusto Pinochet y también ex comandante en jefe de la Armada, almirante (r) Jorge Arancibia Reyes, actual cuestionado convencional electo, defendiendo a su compañero de armas señaló: "No veo donde está la maldad ni la sedición". Como si la gente comulgara con ruedas de carretas, ante tamañas declaraciones, en un día tan simbólico de nuestra historia.

El estoico actual comandante en jefe de la Armada, almirante Juan Andres De la Maza, hidalgamente pide disculpas al Presidente de la Republica, Gabriel Boric, durante el desfile militar en honor a los héroes de Iquique: señalando que ni institución ni sus oficiales y tropas no comparte en absoluto lo dicho por su antecesor. Encomiable gesto de subordinación a la autoridad electa por el pueblo, en un proceso transparente, elogiado por todos y reconocido en el mundo.

Lo extraño -como señalara la presidenta de Ciper- que ningún alto mando se retirara del Club Naval, para no ser parte o cómplice de las palabras, escritas, revisadas, y pensadas del almirante (r), que sembraron un manto de legitima duda de aceptación de los comensales.

No pequemos de ingenuos, este gobierno heredó un país convulsionado, no lleva 70 días y tiene un lastre enorme que recibió de la mala administración anterior. Su compromiso es hacer cambios o reformas estructurales, en paz y concordia ciudadana. Así lo mandató el plebiscito con 80 % de aprobación de los y las votantes. Por tanto, debemos escuchar la voz del pueblo que es la voz de Dios.

Nada ni nadie lo alejará de continuar con el mandato de entregar una nueva Constitución para Chile, que puede no ser del gusto de todos y todas, pero que sí, cambiaremos la Constitución del '80, hecha entre cuatro paredes, durante la peor dictadura que al país le tocó vivir. Los que algunos ad profeso intenta desconocer o premeditadamente olvidar.

El ex Presidente Eduardo Frei Montalva, líder visionario, el 27 de agosto de 1980 en el Caupolicán, ante la imposición de la espuria Carta Magna del régimen militar, nos llamó a que Chile necesitaba una nueva Constitución Política del Estado, que representara los intereses de la gran mayoría de la comunidad nacional.

Un ilustre general escribió en Recuerdos de un Soldado: "Legal o ilegal, la dictadura, oprime el espíritu de los ciudadanos. Sobre todo, el espíritu de los ciudadanos que tienen una conciencia limpia, podemos afirmar que en forma categórica que la democracia no es el caos. Tampoco las fuerzas Armadas pueden querer el caos. Nadie lo quiere".

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