"Al Cesar, lo que es del Cesar", Mateo 22:21
Rodolfo Seguel, el líder sindical, nos convocó a un reencuentro el que reunió a más 60 exsenadores y senadoras, y exdiputadas y diputados de la Democracia Cristiana. Participamos en una inédita actividad, manifestada con el sano propósito de compartir lo que nos une, a pesar de nuestras legitimas diferencias.
Agradecido por la invitación a esta hermosa iniciativa que, a no dudar, marcará un rumbo distinto en nuestras vidas a partir de hoy. Sobre todo cuando constatamos la vigencia de la bandera azul y la flecha roja, permaneciendo clavada en el corazón de un pueblo vivo que aspira el renacer del bien común. Suma a esta convocatoria la respuesta espontanea de cada uno de nosotros, respetando las excusas dadas. Vernos y estrechar un abrazo, lo necesitamos de verdad. Increíble la fuerza que tiene un retorno digno a los valores que nos inculcaron los fundadores de la Falange y posteriormente de la Democracia Cristiana.
La "amistad cívica" se hizo presente, como sabiamente señalara Andrés Zaldívar, apuntando a la mesa donde todos juntos conversaban animadamente. Cuatro candidatos a la presidencia, Ximena Rincón, Alberto Undurraga, Tomás Jocelyn-Holt y Jaime Mulet. Fue una expresión del realismo mágico de García Márquez nos señalaba Gutenberg Martínez, expresidente de la DC y de la Cámara de Diputados y Diputadas.
Aquí estamos, con igual origen, nuevamente buena parte de los constructores de un proyecto de esperanza y justicia social con la Revolución en Libertad, y la Marcha de la Patria Joven. Aquí estamos los que muy unidos luchamos y dimos la cara contra cualquier asomo de dictadura, de derecha o de izquierda. Que nadie se confunda, somos y seguiremos siendo el faro que ilumina, al humanismo cristiano. ¡No los únicos! Aquí estamos los que juntos recuperamos, con otros y otras, la democracia y la libertad. Entonces caminemos en busca del tiempo perdido. Impidamos que el fascismo de la ultraderecha se entronice en el poder: es un deber patriótico que la mayoría lo agradecerá.
Positivamente, nos reunimos para reiniciar los pasos que marcarán el futuro de Chile. Sin la Democracia Cristiana difícil que haya paz en la sociedad chilena. Es el rol histórico que nos compete. No podemos defraudar la esperanza de tantos chilenos y chilenas, que depositaron su confianza en Frei Montalva, Patricio Aylwin y Eduardo Frei Ruiz-Tagle, durante sus respectivos mandatos.
Nos decía el cardenal Raúl Silva Henríquez, en los peores momentos de obscuridad y tiranía, "el alma de Chile" debemos y tenemos que recuperarla, sin exclusión unámonos por el bien de la patria. Chile espera un gesto de parte de la DC... hoy damos el primer paso, cumplamos con el deber de dar ejemplo. Entregar una señal de optimismo, ser capaz de guardar los resquemores, que obnubilan la razón...
Nada es más importante, que recuperar el sentido de ser demócratas, comprometidos cristianos, de ayer, de hoy y de siempre. La juventud chilena espera y desespera, somos los indicados mostrar la luz al final del túnel. La señal esta dada, todo depende de la buena voluntad y el amor que profesamos por tener a una patria para todos. Gestos como este, permitirá que vuelva a brillar el sol.
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