¿Hasta cuando?
Este 8 de marzo es una nueva conmemoración del Día de la Mujer, pero esta vez no es como las otras, esta vez el 8 de marzo se tomó las calles, las conversaciones en las casas, y nuestro entorno, hoy finalmente el 8 de marzo no será un día indiferente, ¡Será por nosotras, un gran día!
Y es que nos cansamos de pedir y decidimos exigir.
Llevamos 160 años luchando por igualdad de condiciones y de respeto.
Nos cansamos de exigir que se nos pague lo que corresponde, igual que a nuestros pares y colegas hombres.
Hubo sangre derramada de mujeres trabajadoras que ya lo dijeron y pidieron, en 1857.
Y es que las mujeres - en promedio - recibieron un ingreso menor de un 29% (cifras del INE).
Según la OCDE somos el quinto país con mayor diferencia salarial.
¡Eso no es Justo!
Desde 2017 estoy trabajando por todo el Maule - ya no sólo el Maule Sur - como Senadora y soy parte de ese escaso 23% que conformamos las mujeres en la Cámara Alta, además, la única parlamentaria de la Región del Maule.
Y no hay más parlamentarias, porque las mujeres seamos incapaces, sino que porque aún existe desconfianza de parte de nosotras mismas y también de los hombres hacia otras mujeres.
Y porque como nos ha tocado siempre, y la generación anterior aún mas, hacer lo de la casa y ahora trabajar fuera , no hemos o no han podido tampoco las mujeres prepararse y ejercer fuera, en su gran mayoría.
También nosotras no sólo debemos trabajar, sino que somos sometidas a un constante juicio en que se nos exige demostrar nuestras capacidades, habilidades y destrezas permanentemente .
¿Por qué a las mujeres esa exigencia insistente? Exigencias incluso en lo físico, en la apariencia, en la edad.
Nosotras no queremos privilegios; queremos igualdad de trato en derechos laborales, en autonomía física y económica, en la toma de decisiones. Por eso peleamos y no nos vamos a cansar, porque eso es lo que nos caracteriza.
En esta fecha también debemos decir No Más.
No más femicidios.
No más maltrato: ni físico ni psicológico.
No más muertes .
No más desigualdad.
No más discriminación, pues las mujeres podemos y ¡podemos igual y muchas veces, mejor que cualquier hombre!
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