Nuestro gran camarada y líder Radomiro Tomic declaró en 1972 respecto del gobierno de la UP que esto es como una tragedia griega, todos saben lo que va a ocurrir, pero nadie hace nada para evitarlo. Esta atingente idea de Tomic se aplica a la degradada situación que vive nuestro país por quienes no lo consideran su país.
La izquierda confía en que las fuerzas militares no actuarán. Ellos fundamentan su confianza en que los militares no se van arriesgar a que una vez que liberen a Chile sean llevados a Punta Peuco, ya que los militares confunden los hechos post-golpe de 1973 con los hechos de la insurrección terrorista del 18 de octubre de 2019.
Sin embargo, la izquierda se olvida que el pueblo chileno tiene mucha paciencia y ese es el gran problema. El acumular tanta rabia durante tanto tiempo puede llevar al pueblo chileno a reaccionar con niveles de violencia tan fuertes contra los insurrectos y la convención que sólo los militares podrían salvarles sus vidas. Entonces, más allá de si los militares actúan o no por la patria o cumplen o no el juramento a la bandera, en caso de violencia descontrolada, por sobrevivencia personal y corporativa tendrían que actuar. Entonces, si la izquierda no tiene en sus registros mentales este análisis es mejor que lo tengan, porque ya no habrá una Vicaría de la Solidaridad que los defienda ya que probablemente la han quemado.
Este es el momento, entonces, de hacer valer el lema nacional "Por la Razón o la Fuerza". Esto es una invitación a actuar con la razón, a ser razonables por el bien común de Chile. Si esto es tan difícil o imposible de aplicar o bien no se tiene la voluntad para hacerlo, la fuerza será la gran invitada.
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