¿Es realmente la participación ciudadana inclusiva en Chile?

María José Escudero

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A un par de días de una votación tan trascendental para nuestro país, organizaciones de la sociedad civil que abogamos por el fortalecimiento de nuestra democracia y la inclusión de grupos históricamente excluidos estamos realmente inquietas e intranquilas, porque no sabemos si en este inédito e histórico proceso de votación realmente todas las personas podrán acceder y ejercer su derecho a voto, en igualdad de oportunidades y condiciones.

El año 2020 diversas fundaciones y agrupaciones propusimos voluntariamente generar una alianza con Servel, esto significó la puesta en marcha de un hito gigantesco para la historia electoral de nuestro país: capacitamos a vocales y delegados de mesa en diversidad, equidad e inclusión, creamos protocolos para voto de personas trans, para el buen trato y relacionamiento de personas con discapacidad, manuales de uso correcto del lenguaje e impulsamos a que se garantizara una verdadera inclusión en los locales de votación.

Hoy, a horas del plebiscito, lamentablemente no sabemos si todo el trabajo realizado será tomado en cuenta. Ante esto, creemos es justo hacer saber a la opinión pública que desde el año pasado ha existido una nula colaboración, voluntad y disposición por parte de los directivos del Servicio Electoral y su nuevo presidente para realizar trabajo colaborativo en miras de las elecciones, al contrario, solo acuerdos rotos y desaires ¡es ahí donde radica nuestra inquietud!

Desde Fundación Ronda hacemos un llamado urgente a las autoridades a cargo del proceso electoral a que se garantice plenamente y con los ajustes razonables necesarios, el acceso al voto de las comunidades históricamente excluidas de nuestra sociedad, principalmente de las personas con discapacidad (PcD), que según la ENDISC II (2015) son más de 2,6 millones mayores de 18 años y por ende posibles titulares de derecho a sufragio. Es decir, la minoría más grande de nuestro país.

Recientemente se dio a conocer un estudio liderado por varios expertos en materia de derechos y discapacidad -entre ellos(as) el abogado Pablo Marshall-, quienes analizaron la experiencia de votación que tuvieron PcD en Chile durante la elección de Convencionales Constituyentes y de Presidente durante 2021. Los resultados de este estudio ponen en evidencia la falta de diseño y accesibilidad universal del proceso. Según las 578 PcD encuestadas, 19,5% de ellas declara que a pesar de haber solicitado el mecanismo de Voto Asistido al llegar a las mesas de votación no lo pudieron utilizar; y que en 21% de los casos el presidente y los vocales de mesa -principalmente de regiones- no supieron cómo actuar.

Asimismo, 11,5% tuvo problemas para acceder a sus lugares de votación por fallas en accesibilidad física, señalética e información. Finalmente, 44% de las PcD que participaron del estudio informaron que el tener que asistir presencialmente a los lugares de votación hace difícil el ejercicio de este derecho.

¿Acaso esto no es discriminación? Es irónico que esto suceda si en Chile ratificamos el 2008 la Convención sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad y desde 2010 existe la Ley 20.422, que exige la igualdad de oportunidades, condiciones y participación ciudadana de las PcD, es más, desde el año 2016 contamos con el Decreto Supremo N° 50, que modifica la Ordenanza General de Urbanismo y Construcciones (OGUC), estableciendo que todos los espacios de uso público debiesen ser accesibles universalmente, es decir, todos los locales de votación.

Es por esta razón que, si bien valoramos los avances logrados en el pasado en materias de inclusión por parte de Servel, es evidente que se quedan cortos en su alcance. Sumado a que aún no existen políticas públicas ni voluntad parlamentaria para abordar este tema correctamente, y que así -de una buena vez- se derriben las barreras de acceso a las que se ven enfrentadas miles de personas a lo largo de todo nuestro territorio.

Los y las invito a reflexionar en lo lamentable que es, que cuando todos y todas estamos obligados(as) a ir a votar, no tengamos la certeza de poder ejercer correctamente el derecho a voto, ya que para muchos(as), la experiencia que van a vivir este domingo, seguirá siendo humillante y discriminatoria.