No podemos ser una burla en políticas de sostenibilidad
De si existe una política nacional sostenible hay muy poco que decir. Es fundamental entender que la sostenibilidad del planeta se basa en comprender el impacto general de nuestra existencia. En pocas palabras, significa que el ser humano debe entender su entorno y respetarlo para sobrevivir y compartir con las demás especies del planeta. En este contexto, lo más importante es la sobreexplotación de los recursos naturales, y es crucial que la política ecológica y de sostenibilidad de nuestro país sea tomada en serio.
Un ejemplo reciente es lo que sucedió en el Congreso con la idea de los peces y mariscos sintientes, lo cual ha afectado la credibilidad de las políticas de Chile en esta materia. No podemos olvidar que la política ecológica, de sustentabilidad humana y sostenibilidad del país no debe ser banalizada.
En los últimos años he analizado los reportes integrados de algunas empresas y he observado una evolución en términos de sostenibilidad. Sin embargo, estos reportes no han profundizado en temas concretos y medibles sobre los efectos que estas empresas puedan estar provocando al medio ambiente o a la comunidad. Por ejemplo, en un estudio sobre la industria forestal, observamos datos relacionados con el CO2, pero no se explica cómo mitigan el efecto invernadero mediante la reforestación. Las empresas forestales dañan la naturaleza, pero intentan revertir parte del daño a través de la reforestación y otras medidas. Sin embargo, no se aclara la cantidad de CO2 liberado por la explotación de los bosques ni cuánto se retendría con la reforestación. Simplemente igualan las hectáreas explotadas con las hectáreas reforestadas, pero un árbol de cinco años absorbe más CO2 que uno recién plantado.
Recientemente, el presidente de la CMPC indicó que su empresa no tiene las condiciones para invertir en el país, un tema relacionado con las leyes de permisos especiales o requisitos para la explotación. El punto central es encontrar un equilibrio entre el daño causado por la explotación de recursos naturales y la capacidad de revertir ese daño, ya sea parcial o totalmente. Lo mismo debe aplicarse a la industria pesquera del país, enfocándose en evitar la sobreexplotación de los recursos marinos.
En este momento observamos discursos poco claros para la población y no se abordan los temas concretos que permitirían tener leyes y normativas que nos hagan sostenibles a largo plazo. Estamos perdiendo una oportunidad valiosa en medio de la dramática situación que enfrentamos como humanidad respecto al cambio climático. Esto beneficia a los negacionistas del cambio climático y hace que la reputación de nuestro país en estos temas parezca una broma.
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