Pensar Chile

Sergio Velasco de la Cerda

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Yasna Provoste, diaguita, educadora y senadora por la Región de Atacama aprobó en general -junto a otros 48 colegas- un proyecto de ley poco conocido por la comunidad educativa. La moción legislativa se fue a la Comisión de Educación del Senado, con el propósito de recoger todas las indicaciones pertinentes, invitando a las organizaciones de padres y apoderados, y con el fin de perfeccionarlo; objetivo que debe cumplirse según dicta el reglamento del trámite de una moción en el Congreso Nacional.

El Colegio de Profesores de Chile es una voz experimentada, tiene que aportar, desde su experiencia y función de educadores, a la iniciativa por uso indiscriminado de aparatos celulares cuando se está en el aula.

"Regular el uso de celulares en los colegios, particularmente en la sala de clases", es la norma y define esta prohibición desde el Educación Parvularia hasta Sexto Básico. La idea central es posibilitar a la primera infancia desarrollar el derecho a pensar, aspecto vital que nos permitiría tener estudiantes que sean capaces de no depender de un celular como si fuera una extensión autónoma de la capacidad de raciocinio individual. Ayudaría a que niñas y niños socialicen entre ellos, a volcar sus ideas sin intervención foránea.

Hoy los medios están abocados en destacar solo la "encuestita" presidencial semanal. Los aburridos foros son la misma perorata de siempre. El aula escolar es el segundo hogar del estudiante, especialmente en la etapa de desarrollo de su mayor comprensión de lo que lee. Los menores pasan a lo menos 7 horas diarias pegados al móvil, y solo 16 minutos están destinados a las tareas escolares, cuyos contenidos los papás y mamás ignoramos por completo. El 55% de los adolescentes de 15 años no alcanza el nivel mínimo de comprensión lectora.

Hay que poner atajo ahora estas falencias que afloran en los cursos de nivel medio y universitario. Desgraciadamente estamos en otra, no dimensionamos el daño que le producimos a tan temprana edad en sus relaciones humanas. Básicamente por ignorancia o comodidad. Más vale el tener que el saber, son tiempos distintos donde el individualismo prevalece.

Un país no avanza, se estanca, si no crea las condiciones necesarias para que los niños y niñas por sí solos descubran un mundo nuevo, con su propia imaginación. Chile requiere gente pensante y critica, para comprender su existencia. Cabe señalar, a priori, que detener el desarrollo tecnológico en los colegios no es el propósito de esta iniciativa parlamentaria, por el contrario, debe darse un uso responsable. No se trata de demonizarla, señala la profesora Yasna Provoste, "debemos resguardar el sagrado derecho a aprender en un entorno protegido", pero que actualmente está sin control ni resguardo legal en los establecimientos educacionales.

Al modificar la Ley General de Educación, en los niveles primarios, es preciso destacar la promoción de una relación equilibrada con la tecnología que avanza a pasos agigantados, donde la inteligencia artificial (IA) será otro factor incidental en el impacto que deberán enfrentar ya los y las profesoras del siglo XXI.

Por el crecimiento con valores pedagógicos, son aconsejables al menos dos o tres indicaciones al proyecto, como devolver las asignaturas de Filosofía y Educación Cívica, ramos que se extinguieron precisamente para que la juventud no pensara, menos pudiera cuestionarse. Igualmente, existe una moción parlamentaria en la Cámara de Diputados y Diputadas para agregar el aprendizaje del ajedrez en los cursos básicos. Va implícito el desarrollo cognitivo, educación y aprendizaje, herramienta para la inclusión social, fomento del pensamiento estratégico y toma de decisiones, crecimiento emocional, influencia cultural y conexión global. Todo ello para construir una sociedad que cultive la paz, tan amenazada en la comunidad educativa.

"La educación es el arma más poderosa que pueden usar para cambiar el mundo", Nelson Mandela.