En las elecciones del 25 de septiembre de 2022, la victoria de la extrema derecha en Italia ha sido más que rotunda. El movimiento neofascista de GiorgiaMeloni, Hermanos de Italia, se ha impuesto como la primera fuerza política. Le acompañan la Liga, dirigida por Matteo Salvini; y Fuerza Italia, del legendario Silvio Berlusconi. Este bloque conjunto ha obtenido alrededor de 44% de los votos, donde sólo Hermanos de Italia ha conquistado el 26%, convirtiéndose en la primera fuerza política peninsular.
La victoria de la extrema derecha en el tercer país más importante de la Unión Europea, miembro además del G7, el grupo de las siete economías más avanzadas del mundo, y de la OTAN, ha significado un verdadero terremoto político para el Viejo Continente. Dos conjuntos de razones confluyen para este convulso panorama.
En primer lugar, en materia interna, Meloni ha sido partidaria de defender una agenda que limita los derechos LGTBQ+, que es contraria a la "ideología de género" y que tiende a poner por sobre todas las cosas las nociones de "Dios, patria y familia". De este modo, lo más probable es que la futura primera ministra se enfrente a la Unión Europea, que considera como parte intrínseca de los valores europeos la igualdad de género y los derechos de las diversidades sexuales.
En segundo lugar, en materia externa, aunque la futura primera ministra ha declarado su adhesión a la OTAN, a Ucrania y a las sanciones en contra de Rusia, esta posición no es compartida por sus colegas de la coalición. Salvini, quien fuera vicepresidente y ministro del Interior entre junio de 2018 y septiembre de 2019, es un conocido admirador de Putin. Más aún, antes del inicio de la guerra en Ucrania, Salvini solía vestir una camiseta con la fotografía del líder ruso, en señal de apoyo al mismo.
Por su parte, en julio de 2022, a cinco meses del inicio de la guerra en Ucrania, el diario italiano La Stampa reveló documentos de inteligencia que establecían contactos entre un asesor de la Liga de Salvini y un funcionario de la embajada rusa en Roma. El objetivo de Moscú habría sido propiciar la caída del gobierno de Mario Draghi, uno de los principales aliados del presidente Zelensky.
En lo que se refiere a Berlusconi, es conocida su amistad con Putin, mientras aquel fue primer ministro de Italia en varios gobiernos entre 1994 y 2011, incluso invitándolo a su mansión privada en la isla de Cerdeña. En septiembre de 2022, el líder italiano defendió al presidente ruso, indicando que este fue empujado a invadir Ucrania con el objetivo de reemplazar al gobierno de Zelensky por un "gobierno de gente decente".
La victoria de Hermanos de Italia no es una victoria solo de la extrema derecha italiana, sino que también de la extrema derecha europea y mundial. Meloni sigue los pasos del primer ministro húngaro, ViktorOrban; así como de los líderes de Vox, el español Santiago Abascal, y de Agrupación Nacional, la francesa Marine Le Pen. Meloni ha apoyado decididamente a Orban en el enfrentamiento de éste con la Unión Europea por violaciones graves a los valores de la UE; los diputados de Hermanos de Italia y también los de la Liga de Salvini han votado a favor de Hungría en el Parlamento Europeo. Por su parte, en las elecciones de Andalucía, en junio de 2022, Meloni hizo campaña a favor de la candidata de Vox a la presidencia de la junta, Macarena Ola, en un mitin conjunto con Abascal. En la ocasión, la dirigente italiana se pronunció en contra de las políticas de género, reivindicó la importancia de la maternidad y la "familia natural".
La victoria de Meloni ha sido saludada de manera entusiasta por los dirigentes de la extrema derecha europea. Además de las felicitaciones de Orban y Abascal, Marine Le Pen declaró que su triunfo significa una resistencia "a una Unión Europea antidemocrática". Estos saludos no se limitaron al continente europeo. El excandidato chileno a la presidencia por el Partido Republicano, José Antonio Kast, entregó sus felicitaciones a Meloni, señalando que "los italianos han hablado fuerte y claro". Por su parte, el diputado brasilero Eduardo Bolsonaro, hijo del presidente de Brasil, declaró que la dirigente italiana es "Dios, patria y familia".
El triunfo de los Hermanos de Italia fortalece, en el contexto del Parlamento Europeo, al Partido de los Conservadores y Reformistas Europeos, un grupo que constituye la cuarta fuerza política y que seguramente ocupará un lugar más preponderante en las próximas elecciones europeas. A este conglomerado también pertenecen Demócratas de Suecia, que, en coalición con otras fuerzas de derecha, desplazó al Partido Socialdemócrata en las elecciones de septiembre de 2022. También Vox de España y el partido Ley y Justicia, que gobierna en Polonia, forman parte de esta agrupación.
En resumen, la extrema derecha europea y mundial está de fiesta. Por primera vez desde la Segunda Guerra Mundial llegaría al poder en la tercera economía más importante de la Unión Europea. La gran interrogante que se abre es si otros países de la UE y del mundo, en donde hay presencia importante de estas fuerzas, seguirán el mismo camino que Italia. En el plazo más cercano, veremos si en las elecciones del 2 de octubre de 2022 en Brasil Bolsonaro repetirá su victoria de hace cuatro años o si será derrotado por el candidato del Partido de los Trabajadores, Luis Inácio Lula da Silva. En el primer caso, seguirá la fiesta para la extrema derecha, europea, latinoamericana y mundial; en el segundo, habrá una derrota importante para estas fuerzas políticas, al menos en el escenario regional latinoamericano.
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