La encrucijada de los países en el marco de la tercera guerra mundial

Carlos Valenzuela

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La elección en Venezuela y la testarudez de Maduro, más lo dicho por los diferentes gobernantes del mundo, están fijando posiciones en la ya declarada -para mí- como tercera guerra mundial. No cabe duda que hay dos bloques: China, Rusia, Corea del Norte, Irán, Cuba, Venezuela, Nicaragua, algunos países árabes y otros; y por la contraparte USA, Reino Unido, Israel, la OTAN, Corea del Sur y algunos otros países más difíciles de adscribir completamente a un grupo, como Arabia Saudita y Qatar.

Estos dos bloques ya actúan como grupos ideológicos, algunos son Israel (con ayuda de USA) e Irán con ayuda de Rusia, que tienen una guerra declarada con estrategias, infiltración de servicios secretos, asesinatos de altos miembros de las fuerzas armadas e inclusos físicos nucleares iraníes y competencia por armas cada vez más devastadoras.

Es consecuente la posición, al respecto de Maduro, del Partido Comunista de Chile, que todo hace ver que ya está alineado con la posición abreviemos Sino (Chino)-Rusa. Siempre fue así. En todos los años que lo hemos conocido defendió las posiciones hegemónicas del comunismo (o cercanas al comunismo) mundiales La invasión soviética en Hungría, Checoslovaquia, Cuba (que al principio estuvo en contra pues, Fidel Castro venía de independentistas cubanos y no del Partido Comunista).

La ideología es también clara; el primer bloque tiende al comunismo o al menos al anticapitalismo o la organización social fundamental colectivista y la propiedad social preferente de los medios de producción. No es contradictorio China porque, aunque acepta la organización capitalista que le da una ganancia enorme por la mano de obra barata, lo más importante es que el manejo del poder está en manos del Partido Comunista Chino. La ideología comunista opta favorablemente por los grupos que tienen esa ideología y repudia a las sociedades explotadoras basadas en el verticalismo del poder como es el sistema capitalista. Por otra parte, las naciones del otro bloque están cimentadas en los países dichos democráticos, que no lo son en la práctica, porque el régimen capitalista no tiene nada de democrático, permiten elecciones libres, pero amarran económicamente aquello que puede afectar sus intereses.

Aterrador el cuadro pintado, no hay democracia en el mundo. O usted cae en la dictadura de los partidos comunistas, porque ya quedó atrás la dictadura del proletariado, la dictadura del pueblo (o del Estado) y fueron reemplazadas por la dictadura del Partido Comunista asociada a la dictadura del gobierno; o cae en las dictaduras de los poderes fácticos que son principalmente económicos.

Gabriel Boric ha dado un paso fundamental para el mundo. Ha dicho que tal dicotomía, que es evidente, no tiene porqué obligar al mundo a optar por una u otra. Ha planteado una posición que viene de los conceptos claros del derecho, de la democracia y de la equidad que se aplica a todos sin importar del bloque al cual pertenezcan; además es obligatoria si queremos y creemos en la necesidad que los pueblos sean realmente autónomos e independientes de las ideologías y se definen al respecto como multi-ideológicos-religiosos. Pero ésta no es la situación del mundo, ya que hay muchos países alineados con una u otra ideología. Creo que llegó el tiempo que los países se definan claramente. Se está con el bloque Sino-Ruso, con el bloque USA-Israel-OTAN, o se define con una posición neutral independiente y se esfuerza por ser autosuficiente en las necesidades básicas de la subsistencia (energía, alimentación, servicios básicos, etc.). Vemos que en energía, agua y servicios básicos no somos autónomos-independientes. Alcanzar la autosuficiencia es primordial en Chile y tenemos todo para ello, pero la organización privada capitalista es un obstáculo enorme para lograrlo. Se necesita un Estado, es decir una organización de todo el pueblo de Chile (no un gobierno que es ideológico) para todo el pueblo de Chile que distribuya equitativamente los bienes y la riqueza.

Lo tuvimos en décadas anteriores en salud y educación, y hace poco en salud con la pandemia. Todas las camas fueron en cierto modo confiscadas y se constituyó una mesa estatal de manejo de la pandemia. El Partido Comunista y muchos otros partidos de derecha y de izquierda, no son partícipes de esta idea puesto que muchos de ellos se reducirían enormemente, o desaparecerían para dejar paso al Estado organizador y realizador de las acciones de servicios básicos que necesita el pueblo chileno. No es el problema chileno solamente es el de todos los países que no están todavía alineados con los dos bloques. Es necesario que estos países -incluido Chile- definan a la brevedad su posición neutral e independiente.

El Partido Comunista se ve en esta encrucijada no porque apoya a Maduro y sus acciones, que en realidad le funcionan más bien como piedra en el zapato, sino que apoya la ideología del bloque Sino-Ruso y rechaza la del bloque USA-Israel-OTAN. Boric ha declarado a Chile más bien neutral. De allí la confrontación con el PC chileno que es de ideología Sino-Rusa. El problema de Maduro-pueblo venezolano es importante en su antropología y política contingente, pero tapa el problema de fondo que quedará cualquiera sea la solución que se dé; no se pueden obviar las ideologías en juego.

Se ha dicho que el sistema político de Maduro no es una dictadura porque fue elegido por voto popular. Esto es un error infantil, las votaciones no hacen la democracia son eventos para dirimir alternativas ideológicas distintas en pueblos plurales en cuanto a ideologías, pero nunca implican la imposición de una ideología sobre las otras. Hitler perdió las primeras elecciones y después las ganó todas. La variable central para catalogar los regímenes en democráticos, fascistas, autoritarios es el poder, su manejo, su distribución entre las personas y las instituciones. El manejo y propiedad del poder precisan qué tipo de sociedad es, desde la tiranía (uno solo maneja todo) hasta la anarquía (no hay manejo) o autarquía (auto manejo del poder por ese pueblo). En las democracias occidentales el poder del estado se ha dividido en el ejecutivo, el legislativo y el judicial que son poderes independientes, no sucede así en las dictaduras.