“Describir el Chile de hoy es una tarea compleja. Somos más educados y tenemos más acceso a bienes materiales. Somos individualistas y desconfiados. Estamos más conectados gracias a la tecnología y viajamos más al extranjero. Somos proclives a la discriminación y poco tolerantes a lo ajeno. Como país hemos disminuido considerablemente la pobreza, pero somos de los países más desiguales del mundo. Concurrimos menos a las urnas, pero le perdimos el miedo a manifestarnos en la calle. Las expectativas y los miedos de los chilenos se han alterado significativamente en los últimos años. La capacidad de consumo y endeudamiento son más altos que antes. Hay mayor confianza y seguridad en las iniciativas y organizaciones personales y familiares que en aquellas que se emprenden de manera colectiva e intersubjetiva.
El entramado de instituciones políticas carga con un manto de críticas cada vez más extendido en la ciudadanía. La confianza en las instituciones políticas muestra un declive vehemente en la última década. Si bien este es un fenómeno global, la evidencia que disponemos para el caso de Chile es más dramática en términos comparados. La legitimidad de las instituciones públicas diseñadas para tratar los asuntos comunes es baja y no están a la altura de las expectativas de la gente, permitiendo y facilitando un repliegue de los ciudadanos en la esfera privada a expensas de lo público. Los actores principales del régimen democrático son continuamente cuestionados, a veces injustificadamente, por no cumplir los estándares mínimos de eficacia, eficiencia, transparencia y probidad.
Asimismo, observamos un empobrecimiento en la calidad de la política y esfera pública. Por un lado, de parte de nuestra elite política, más preocupada de maximizar el beneficio particular que el comunitario y colectivo. Por otro lado, la argumentación y persuasión del proceso deliberativo democrático se ven contaminadas por actitudes intolerantes y descalificadoras en un contexto de mayor pluralismo valórico e ideológico. De igual manera, miles de chilenos y chilenas tienen la percepción, tal como señalaba el historiador británico Tony Judt, de no estar participando en una conversación significativa sobre los temas a resolver como comunidad política y la manera en cómo resolverlos.”
Así se desarrolla la introducción del libro editado por Javier Cifuentes, Claudio Pérez y Sebastián Rivera, ¿Qué Políticas Públicas para Chile? Propuestas y desafíos para mejorar nuestra democracia, publicado por el Centro de Estudios del Desarrollo. Este esfuerzo intelectual es fruto del ciclo de talleres “Políticas Públicas para una mejor democracia. Propuestas para un Estado Social y Democrático de Derecho”, realizado entre enero y septiembre del 2017, que contó con 14 charlas para jóvenes con más de 30 expositores y un seminario sobre Calidad de la Esfera Pública efectuado en septiembre de este año.
Los 21 autores del libro, entre los 24 y 40 años, han encontrado en el Centro de Estudios del Desarrollo un espacio de acogida, formación, diálogo y fraternidad donde compartir diagnósticos y propuestas sobre Calidad de la Democracia, Probidad y Transparencia, Nueva Constitución, Descentralización, Reforma Laboral, Sistema Educacional, Seguridad Pública, Integración Latinoamericana, Sustentabilidad, Crecimiento y, Ciencia y Tecnología.
El libro será lanzado el próximo miércoles 18 de octubre a las 18:15 horas en el Salón Los Presidentes del Ex Congreso Nacional (Morandé 441) y contará con los comentarios de Jorge Burgos, Abogado, Ex Ministro del Interior y Ex Diputado de la República y Gloria de la Fuente, Cientista Política y Directora Ejecutiva Chile 21. Este año, en que soñamos y votamos por el país que queremos en el futuro próximo, se hace imprescindible reflexionar y deliberar en torno a la calidad de nuestra política y esfera pública.
Co autor del artículo, Javier Cifuentes Ovalle Coordinador Proyecto y co-editor del libro.
Más información e inscripciones en: jovenesydemocracia@ced.cl y en el link: https://goo.gl/gojFCK
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