La Polar y el crédito fiscal

Mientras almorzaba con un amigo, quien además es rector de una universidad tradicional, recibí una llamada muy agitada de mi abuela.

¡¡Aló Aló, vende tus acciones de La Polar; se están desmoronando!!

Abuela estoy ocupado. Estoy en reunión en la Universidad. Además, para tu tranquilidad, las vendí la semana pasada.

¿Y por qué no me avisaste que había que venderlas?

Bueno es que no las vendí pensando en que ocurriría esta situación que me relatas, sino que para utilizar los recursos en otro negocio.

¡¡¡Qué alivio!!! Estaba muy preocupada y sentía algo de culpa por no haberte contado que yo también las había vendido.

Abuela, estoy ocupado; te llamo más tarde.

Bueno, me dijo sin inmutarse demasiado con mi solicitud. Las vendí porque tu hija pequeña me entregó un análisis de mis acciones y me dijo que éstas eran riesgosas. Me mostró unas reclasificaciones de la empresa y me dijo que esta compañía había hecho honor a esto de “llegar y llevar” y que tenían un desorden muy grande en su cartera de créditos.

A propósito, ¿dónde está tu hija que hace unos días no la veo?

Abuela, tengo que cortar, pero mi hija está en su Universidad. Lo que ocurre que están en “toma”.

¡¡Qué barbaridad; tanto que toman ahora los jóvenes!!

No abuela, están protestando y tienen ocupadas las dependencias de la Universidad y así evitan que se hagan clases.

Yo hacía esfuerzos por terminar la comunicación; por su parte, mi abuela insistía en conversar y yo, su nieto regalón, jamás osaría cortarle abruptamente. Pedí las excusas correspondientes a mi amigo rector y me preparé para seguir escuchándola.

Oye, me dijo, anoche he visto las noticias en la televisión y no he sabido de estas protestas universitarias, bueno, salvo unas marchas muy puntuales.

Abuela, me temo que estás viendo el canal equivocado. Casi todas las universidades tradicionales están en huelga o con algún nivel de movilización.

Aquí en Valparaíso, están tomadas algunas de las sedes de las cuatro universidades del Consejo de Rectores y las que no están tomadas están en huelga.

¡¡Qué barbaridad!! En todo caso, miré varios noticiarios y en ninguno mostraban esto de que casi todas las universidades están en huelga. ¿Y qué quieren los estudiantes?

Abuela, te lo puedo resumir en tres ámbitos: modificar los mecanismos de acceso (que la PSU deje de ser el elemento único a considerar), otros temas que tienen su origen en el financiamiento universitario (crédito fiscal, becas y, en el fondo, el financiamiento del sistema universitario por parte del Estado), y lo último tiene que ver con la calidad de la educación (más profesores jornada completa, mejor infraestructura, mejores métodos de enseñanza). A esto hay que agregar algunos puntos asociados a cada realidad universitaria en particular, pero te cuento esta noche...

A estas alturas, ya estaba resignado a contestar todo lo que ella me preguntase.

Ah dijo, me parece una buena causa. Por favor, si ves a tu hija, dile que cuenta con mi apoyo y que le agradezco sus consejos bursátiles. Si necesita que le lleve algo para que se abrigue o algún alimento que sólo me llame. ¿Tú crees que esto se arreglará rápido?

No lo sé. Mucho me parece que el tema del financiamiento universitario y de la responsabilidad que tiene el país con sus universidades está llegando a un punto que requiere de una mirada algo más amplia. No es posible seguir con los sistemas que tenemos y pensar que los actores involucrados se quedarán tranquilos.

Hoy, la correlación entre el puntaje de la PSU y el colegio de origen es total y, como consecuencia, tenemos que los mejores puntajes vienen de colegios privados y que los requerimientos de crédito fiscal de estos estudiantes es muy baja.

Como contrapartida, los estudiantes de colegios subvencionados y municipalizados obtienen puntajes más bajos y requieren de mecanismos de crédito para pagar sus aranceles.

Además, la existencia de aranceles referenciales está obligando a las universidades a tener que aportar de su presupuesto cifras cada vez más importantes al fondo de crédito, y esto es más mientras más carenciados sean sus alumnos, o sea, una ecuación de inequidad maravillosamente construida.

¡Qué interesante!, dijo ella y, ¿cuál es la proporción de jóvenes que estudian en colegios privados?

Abuela. Hoy, según las últimas cifras que he visto, son aproximadamente un 8% de los estudiantes; el resto está en colegios municipalizados o subvencionados.

Increíble, me dijo, pensaba que la proporción era diferente, pero, en todo caso, yo pensaba que el crédito fiscal solucionaba esto del pago en las universidades.

Bueno, el crédito es una gran ayuda. Debes considerar que esto sólo posibilita pagar el arancel. Los estudiantes requieren de dinero para movilizarse, comprar libros, sacar fotocopias y, en algunos casos, cuando viven en ciudades diferentes a la universidad donde estudian, requieren de pagar un lugar donde dormir y comer.

A los problemas asociados al crédito fiscal, debes agregar que se han incorporado nuevos instrumentos de financiamiento, como el crédito con aval del Estado, los créditos CORFO, y los bancarios, cuyos intereses no son nada despreciables.

Así las cosas, cuando un estudiante termina sus estudios, puede llegar a tener créditos por 15 o más millones de pesos y, peor aún, si fracasa y ha estudiado un par de años, puede deber 3 ó 4 millones y no haber obtenido ningún título que mejore su condición de empleo futuro.

¡¡¡Pero por qué 15 millones!!! No puede ser, debes estar equivocado.

Abuela, los aranceles universitarios se han reajustado por sobre el índice del costo de la vida en forma sostenida, y algunas carreras en ciertas universidades hoy son muy caras. No es raro encontrar aranceles cercanos a los 3 millones al año e incluso más.

Pero ¿estás hablando de las Universidades Públicas?

Bueno, estoy hablando de las universidades tradicionales. En este grupo hay públicas y privadas: 16 públicas y 9 privadas.

Pero, ¿Cuántas universidades existen hoy?

En Chile tenemos 59 universidades.

Bueno, dijo, parece que este tema es más complejo que lo que pensé. Conversémoslo en la tarde.

Pero dime: ¿quién crees tú que compró las acciones de La Polar que se vendieron ayer?

¿No piensas que es probable que se trate de otra operación algo gris? Dime, ¿tú crees que el directorio de esta empresa estaba ajeno a lo que hacían sus gerentes en términos de los créditos? ¿No había en el directorio unos representantes de las AFP? ¿No hicieron nada por proteger el dinero de todos los ahorrantes?

Abuela... Todos los temas de La Polar pregúntaselos a mi hija, ella es la experta.

Muy bien me dijo algo resignada. ¿Volverá pronto de esta “toma” en que está en la Universidad?

Abuela... eso no lo sé. Me parece que el conflicto Universitario es más serio y profundo que lo que las noticias nos han indicado hasta ahora. Me parece que la necesidad de dialogar de forma constructiva y tratando de buscar una real solución, aún no se empieza a producir.

Sugiero que le lleves algo para abrigarse, y algunos artículos de aseo personal. Puede que se demore unos días.

Por fin me cortó. Mi amigo rector había terminado su plato, me pareció que debía hacer un gesto, pasar al postre y no demorar más el almuerzo. No quise preguntarle si tenía acciones de La Polar. Hay muchos que están muy sensibles.

NOTA: Unos segundos después de haber cortado recibí este mensaje desde el celular de mi abuela: ¿Cuándo contestarás respecto a si las parejas homosexuales pueden adoptar? ¡No creerás que me he olvidado que está pendiente!

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