Ley de protección a la democracia

Luego de las últimas apariciones de nuestro ministro del Interior y seguridad pública, mi abuela ha decidido escribirle una carta solicitando el envío al Congreso -con carácter de “discusión inmediata”- de una ley que ella ha decidido denominar de “protección a la democracia”.

Abuela, ¿de qué se trata esta nueva idea tuya?

Querido nieto, lo que ocurre es que viendo ayer un combate de boxeo por la televisión, me percaté que algunas de sus reglas se pueden aplicar a la convivencia democrática.

Explícate, no me imagino a qué te refieres.

Bueno. Ayer pude constatar que cuando uno de los participantes en una competencia boxeril cae a la lona producto de los golpes propinados por su contrincante, el señor que dirige la pelea evita que éste continúe siendo castigado. Empieza una cuenta de protección: “1, 2, 3,4...”.

Abuela. Sigo sin entender qué quieres decir.

Lo que pasa es que quiero hacer un símil con lo que ocurre con el Gobierno en aquellos países -como el nuestro- que tienen un sistema presidencial. Como habrás podido notar, en Chile se puede gobernar aún cuando se tenga una muy baja aceptación ciudadana. Han existido casos de presidentes en algunos países vecinos que han llegado al 85% de rechazo, y siguen gobernando hasta el fin de su periodo.

Bueno abuela, así es el sistema.

Claro, eso lo entiendo, pero yo creo que es muy malo para el país. Por tal razón he decidido pedirle al ministro Hinzpeter que promueva esta ley de “defensa de la democracia”. Tú sabes que él es muy bueno para promover leyes.

¿Y de qué trata la ley?

La idea es que se realice una encuesta mensual financiada con recursos públicos que entregue información sobre el apoyo y rechazo del presidente y del gobierno. Cuando el presidente o el gobierno baje de 30% de apoyo o suba del 65% de rechazo, esta ley impida que la oposición formule cuestionamientos o críticas a los afectados.

De esta manera protegemos al país. A nadie le gustaría tener un gobierno con el 10% de aceptación. Más aún, creo que de llegar a esos índices, se afectaría el crecimiento del país, la inversión extranjera, el estado de ánimo de la población, la autoestima de nuestros conciudadanos. Sería un verdadero desastre nacional.

Abuela, me parece interesante. ¿Cuándo se la vas a enviar?

Estoy tratando de perfeccionarla. De hecho, necesito incorporar algunos artículos de “auto protección”.

¿Qué significa eso de autoprotección?

Bueno querido nieto: que la oposición tenga prohibido criticar al gobierno cuando la popularidad de éste está por bajo el 30% es relativamente fácil. Mi problema está cómo evitamos que la popularidad disminuya por las acciones o declaraciones de quienes son parte del gobierno.

Menudo problema tienes abuela. Yo creo que eso de que el gobierno no se auto tropiece es difícil.

Meditó unos segundos y luego casi gritando dijo: ¡¡¡Tengo la solución!!! Y se puso a escribir.

Unos minutos más tarde, mientras ella hablaba por teléfono con el nieto de su amigo Sabino, pude leer lo que había escrito.

“Artículo Transitorio: La encuesta que mide la popularidad del gobierno, cualquiera sea el resultado efectivo medido en el proceso real, no podrá entregar resultados menores al 30% de popularidad, ni mayores al 65% de rechazo”.

Me quedé pensando. ¿No será esta también una buena solución al problema de la delincuencia que tanto complica al ministro del Interior?

Tener datos estadísticos “acotados”. Claro que no se trata de llegar y cocinarlos: tendría que ser por Ley de la República.

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