Lista del Pueblo y cambios en la relación entre Estado, mercado y sociedad civil

Durante estos meses hemos visto una secuencia de quiebres, decisiones y contradicciones de la organización política La Lista del Pueblo, conforme a su descripción en redes sociales, teniendo como última referencia la conocida situación del convencional Rojas Vade, que daña la credibilidad del órgano constituyente y del proceso político que lo sustentó en las calles hace casi dos años.

No es el objeto de este texto comentar los errores, sino que destacar dos aciertos de este instrumento que es parte del cambio, de final abierto, de las formas y la relación entre el Estado, el mercado y la sociedad civil.

Primero, no olvidemos que hasta hace unos días su candidato presidencial podría haber sido el dirigente de los contratistas del cobre Cristian Cuevas. Lo anterior hubiese sido la primera candidatura de extracción sindical relevante en nuestro país, siendo evidencia de la importancia creciente del mundo laboral y sus conflictos.

Más allá de la poliédrica trayectoria del dirigente, el movimiento de 2007 al interior de las faenas de Codelco relevó un pendiente en Chile: el impacto de la subcontratación en los derechos colectivos que se replica en sectores como la logística marítima (2012), los servicios de aseo en nuestras comunas y manipuladoras de alimentos (2019), entre otros recordados conflictos que relevan la persistente segmentación del trabajo y que demuestra el ingreso laboral mediano de $420.000, que publicó el Instituto Nacional de Estadísticas.

Otra buena decisión del colectivo de contratistas fue su apoyo decidido y material al movimiento estudiantil de 2011, siendo uno de los primeros que traspasan las fronteras laborales como estrategia de revitalización sindical en su alianza con los estudiantes universitarios agrupados en la Confech de ese entonces.

Segundo, la Lista del Pueblo también es un intento de cuestionamiento y cambio de las formas verticales de organización. Que en su caso se expresaba con la negación a ser un partido político institucionalizado, ante el Servel como regulador.

Al generalizar esta situación, es la critica a las formas jerárquicas y poco flexibles que no se adaptan a las transformaciones y al entorno dinámico, que no necesariamente refleja un estado final. En palabras del Núcleo Milenio Autoridad y Asimetrías de Poder (NUMAAP) es el cuestionamiento a la autoridad.

El conflicto en el trabajo y el cuestionamiento a la jerarquía laboral, que se expresa de forma creciente en su organización, se puede transformar en una nueva etapa de este proceso de final abierto que no debe esperar una respuesta basada en las reglas del juego, sino que debe provenir de los actores y una nueva cultura organizacional que transforme definitivamente las formas de hacer y construir legitimidad en nuestro país.

Desde Facebook:

Guía de uso: Este es un espacio de libertad y por ello te pedimos aprovecharlo, para que tu opinión forme parte del debate público que día a día se da en la red. Esperamos que tus comentarios se den en un ánimo de sana convivencia y respeto, y nos reservamos el derecho de eliminar el contenido que consideremos no apropiado