Protegerse frente a la desinformación

Iván Suazo

Ultimos publicados:

• II Encuesta de Percepción Social de la IA en Chile: El desafío de la alfabetización digital
• La ciencia no es woke
• Cambio de criterios en el Concurso ANID de Proyectos de Exploración: El debate que no se dio

Con la pandemia surgió -creado por la OMS- el concepto de "infodemia", para referirse a las noticias falsas que se propagaban velozmente por las redes sociales; "más rápido y más fácilmente que el virus", señalaría su director general Tedros Adhanom.

Durante la emergencia sanitaria se difundieron rumores e información errónea, lo cual creó confusión y desconfianza entre la población, restando eficacia a la respuesta de salud pública. Hoy, este fenómeno lo vemos amplificado para otras situaciones sociales, ¿cómo afrontar la desinformación?

Existe una metodología, "Ms.W" (Misinformation Widget), que ayuda centrándose en tres temáticas: la fiabilidad de las fuentes, la veracidad del mensaje y los sesgos del usuario.

Primero, que la información sea compartida por que quien lo comparte no es sinónimo de evidencia. Siempre realiza algunas búsquedas para ver qué otra información ha publicado esa fuente anteriormente. Comprueba que la noticia realmente fue escrita por una persona o una organización que existe y que cuenta con respaldo científico. Verifica que lo que te ha llegado no ha sido manipulado o generado utilizando imágenes sacadas de contexto.

En el fenómeno conocido como clickbait o "señuelo para que hagas click", se suele usar titulares que enganchan y no corresponden con su contenido. Si sientes que tus emociones "se disparan" ponte en alerta. Tus creencias o prejuicios pueden afectar tu capacidad de juzgar la veracidad de la información. Muchas campañas de desinformación tratan de provocar tu respuesta emocional para aumentar su difusión. Por eso, revisa el contenido para determinar si toda la información puede ser comprobada por otros enlaces.

Comprueba que las citas sean reales y se ajusten al significado original. Verifica si hay otras fuentes que se hayan hecho eco de los que se declara. Utiliza las bases del método científico: observación, medición, análisis y formulación de una hipótesis, pero recuerda que siempre puede aparecer nueva evidencia que puede modificar lo que crees.