¿Por qué callan?
Bolivia ha demandado a Chile por segunda vez ante un organismo internacional. La primera vez fue en la década del 20 y las cosas terminaron como debían terminar: rechazo de la pretensión. Ahora van ante La Haya con una acción que, en derecho, no tiene mayor asidero. Pero no es eso lo que verdaderamente interesa, sino todo lo que está en el trasfondo: cómo conseguir un clima de paz duradera y verdadera entre los países de América del Sur.
Siento cariño por Bolivia como país y como pueblo, pues viví allá cuando mi padre fue embajador y gracias a ello tuve el primer ejemplo vívido de la defensa de los derechos humanos.
Mi padre, Alejandro, protegió en la residencia a decenas de bolivianos a quienes él mismo iba a recoger a la estación de El Alto una vez que los liberaban de los campos de prisioneros. Torturados, golpeados, ellos llegaban a nuestra casa y luego emprendían viaje a Chile.
Me gustaría que hubiera paz y concordia entre estos dos países. La demanda boliviana de salida al mar parecía quedar atrás en aquellos años cuando los presidentes Ibáñez de Chile y Paz de Bolivia se encontraron en repetidas ocasiones y Chile firmaba tratados nuevos y ponía en marcha planes para colaborar con el fin del aislamiento boliviano. Pero ese período pacífico terminó y se regresó a épocas difíciles.
Sin embargo, cuando se vuelven a presentar demandas y no hay relaciones diplomáticas, vale la pena recordar algunas cosas para aclarar la verdad.
Chile ha ofrecido en numerosas ocasiones soluciones para los problemas bolivianos, incluyendo la cesión de territorios con plena soberanía, que es lo que quiere Bolivia. El primer intento fue diez años antes del tratado vigente de paz y límites entre Chile y Bolivia, pero fracasó porque no fue ratificado por el Congreso paceño.
En tiempos de González Videla se dialogó con la dictadura boliviana de entonces, ambos hijos predilectos del imperio norteamericano.
Chile estaba dispuesto a ceder una franja al norte de Arica y el presidente de los Estados Unidos (pater familias) lo anunció con alegría.Saltaron los peruanos para decir que no se podía ceder ese territorio pues ellos no darían el consentimiento, en virtud del tratado de 1929 con Chile que le daba facultad de veto. Además, Perú alegó propiedad sobre las aguas con que Bolivia podría compensar a Chile la cesión del territorio. Entonces, Perú impidió el acuerdo.
Un nuevo intento, tercero, lo hizo Pinochet, cuando, ratificando la hermandad de dictaduras, se quiso arreglar este conflicto que afecta a los pueblos y se acordó ceder una franja al norte de Arica siempre lo mismo para no romper la continuidad territorial de nuestro país a cambio de concesiones territoriales de Bolivia a Chile más al sur. Perú nuevamente se opuso.
Es decir,
Chile no le ha dado concesiones territoriales soberanas con salida al mar a Bolivia, porque Perú se opone.
Pregunto, ¿Por qué, entonces, Bolivia demanda a Chile? La demanda debiera ser a Perú, pues Chile ha intentado muchos arreglos y es nuestro vecino del norte el que se ha opuesto. Chile es un buen vecino y Perú el culpable de que este diferendo se prolongue.
Pregunto más, ¿Por qué nadie en Chile denuncia esta actitud peruana? ¿Por qué el gobierno silencia esto y acepta centrar la discusión entre Chile y Bolivia? ¿Por qué no se acepta la petición boliviana y se pone a Perú en obligación de rechazar explícitamente?
Mi pregunta es
¿Qué intereses se está protegiendo por parte de las actuales autoridades chilenas que se prefiere enfrentar a Bolivia que denunciar al verdadero culpable?
¿Las inversiones chilenas en Perú (Luksic, Falabella, SigdoKopers, Petroquimica, LAN, Ripley, Ahumada, Cencosud) son más importantes que la verdad, la paz y el entendimiento?
¿Por qué los dirigentes políticos, los ex cancilleres, los presidentes de partido, los diputados (incluido el canciller del Congreso como se autodenomina uno de ellos), los senadores, callan y protegen al Perú y su gobierno?
¿Es que tienen miedo? ¿Es que protegen intereses económicos? ¿Es que hay un acuerdo secreto con Perú para perjudicar a Bolivia?
El multifacético Bulnes, campeón de las causas difíciles de este gobierno y defensor de Censosud, asumirá la defensa de Chile. ¿Es por la identidad de intereses de los inversionistas chilenos en Perú con las de la cancillería? Es probable, pues no debemos olvidar que así como Golborne, el fracasado líder, pertenecía a Censosud, el canciller pertenecía a Falabella.
¿Por qué oscuras razones no se dice la verdad, que es la única defensa de Chile?
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