El cáncer de mamas es la enfermedad que más mortalidad provoca entre las mujeres de nuestro país. Una de cada tres mujeres con esta patología fallece por esta causa y la estadística muestra que cada tres horas una mujer es diagnosticada.
La evidencia muestra que el cáncer de mamas es transversal: no se trata ni de condición económica ni de antecedentes familiares. Cualquier mujer puede tenerla y el grupo donde se concentra está entre 45 y 65 años, aunque su aparición puede ser temprana.
Existe evidencia que coloca a algunos grupos en un riesgo mayor frente a otros. Por ejemplo, la mayor densidad mamaria es uno de los factores de riesgo más alto, teniendo hasta cinco veces más riesgo de desarrollar estos tumores cancerígenos. En el caso de las mujeres con obesidad, si bien hay una menor densidad mamaria y un mayor tejido adiposo, el desorden alimenticio también puede constituir un riesgo futuro que termine en un cáncer mamario.
Otro elemento a considerar son las mujeres menopáusicas tardías, es decir que terminan el proceso de ovulación en edades mayores a las de los rangos considerados normales. A ellas se suman las mujeres con el inicio de la menstruación en edades tempranas. También constituye un riesgo el aumento de peso mayor al recomendado en etapas críticas como el embarazo, situación que también podría gatillar un tumor mamario.
El Ministerio de Salud considera que algunas señales que deben ser atendidas como advertencias sobre un posible cáncer de mamas son la aparición de protuberancias en la mama, una vena creciente, hendiduras, erosiones en la piel, huecos, hundimiento del pezón, la salida de un fluido desconocido, asimetría, endurecimiento, piel de naranja, enrojecimiento o ardor o un bulto interno.
Cualquiera de estas apariciones en el área de la mama debe ser considerada como factor de riesgo, que debe ser atendido a la brevedad con un especialista y una mamografía, que en nuestro país es gratuita para las mujeres entre 50 y 69 años.
Además, hay una variedad de establecimientos que ofrecen este examen que puede ayudar a detectar de manera anticipada con un pronóstico muy favorable en caso de que se realicen los procedimientos correspondientes y a tiempo.
Para evitar el aumento de los casos de cáncer de mamas en Chile es necesaria la prevención. Y la primera responsabilidad en ello la tiene la mujer y su pareja que puede advertir sobre la aparición de cualquier anomalía que debe ser tomada con la mayor seriedad y evaluada por especialistas.
Como explicaba, la detección de un cáncer de mamas en etapa temprana permite mejor sobrevida de la enfermedad, por eso resulta vital prevenir y estar alertas ante un problema que afecta a miles de chilenas cada año.
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