Organizaciones como la ONU nos han alertado sobre la crisis de los cuidados, expresada en múltiples barreras estructurales que las mujeres -mayoritariamente- enfrentan: Baja participación laboral femenina, labores de cuidado no remuneradas y sobre todo, una falta de reconocimiento. Los cuidados están lejos de ser reconocidos a nivel mundial como una práctica que genera valor y promueve el desarrollo económico.
A nivel nacional, el trabajo doméstico y de cuidados equivale al 22% del PIB ampliado, superando a muchas industrias tradicionales. Pese a ello, estudios de ChileMujeres señalan que el 32% de las mujeres no tiene apoyo para cuidar. En Renca, donde el 50,5% de la población es mujer y el 53% de los hogares tiene jefas de hogar, enfrentamos una tasa de desocupación femenina del 20% -el doble que el promedio de la Región Metropolitana- y una brecha salarial donde los hombres ganan, en promedio, 100.000 pesos más que las mujeres.
Con la convicción de que los cuidados son el corazón de una sociedad más justa, lanzamos el año pasado nuestro Bono de Incentivo a la Colocación Laboral para Cuidadoras, una iniciativa pionera desde el mundo municipal para fomentar la inserción laboral de vecinas cuidadoras, quienes recibieron un aporte municipal $100.000 pesos durante tres meses para cubrir necesidades como alimentación, gastos del hogar, adaptadas a sus prioridades más inmediatas.
Hoy podemos hablar de resultados positivos. En su primera versión, 7 de cada 10 renquinas que lo recibieron hoy continúan trabajando. Además, más de la mitad de las beneficiarias trabajan en Renca, buscando que puedan desarrollar su vocación sin salir de su comuna.
Con la segunda edición de este bono, queremos ofrecer apoyo a las vidas de mujeres cuidadoras que, enfrentadas a barreras estructurales, suelen trabajar en la informalidad, cargando con todas las dificultades y desafíos que esto trae consigo.
Este esfuerzo, por supuesto, no puede recaer solamente en lo municipal. Necesitamos trabajar colectivamente para que más cuidadoras sean reconocidas, continuar colaborando con otros municipios y motivar al mundo empresarial de Renca y otras comunas para impulsar condiciones laborales con más flexibilidad para mujeres cuidadoras.
En Renca, los cuidados no son solo un eje de nuestra transformación social, son una forma de avanzar hacia un país más justo. Las mujeres cuidadoras tienen derecho a trabajar, a crecer y a soñar, y desde lo local estamos demostrando que sí es posible.
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