Desde que se lanzó el primer afiche de “La La Land” sabíamos que se venía algo interesante. Sus protagonistas, Emma Stone y Ryan Gosling, por tercera vez juntos como pareja en la pantalla grande, han probado ser garantía de calidad actoral, química y magia.
La cinta comenzó su camino en el circuito de festivales con su Avant Premier en Venecia, con una ovación de unos diez minutos y donde Emma Stone ganó el premio “Volpi Cup” a mejor actriz.
Posteriormente en septiembre en el Festival de cine de Toronto,fue elegida la mejor película del público. Y aquí un detalle importante, estos dos festivales son la antesala de los Oscar. Solía ser principalmente Toronto, pero los últimos tres años ha sido Venecia quien ha otorgado los últimos grandes ganadores: “Gravity” (siete Oscar en 2014), “Birdman” (cuatro en 2015) y“Spotlight” (dos en 2016).
Además, hay que considerar que la academia suele elegir cintas que muestren Hollywood y su industria, aquellos relatos que son una especie de homenaje al rubro, como ocurrió con “The Artist” en 2012, una arriesgada cinta muda en blanco y negro que se quedó con cinco estatuillas.
“La La Land” ya ganó ocho premios de la crítica, siete Globos de Oro (rompiendo record en esta categoría) y está nominada a once BAFTA (premios de la Academia Cinematográfica Británica). Muchas otras menciones en el circuito restante (SAG, PGA, WGA / Premios del sindicato de actores, productores y guionistas). El próximo 24 de enero veremos cuantas nominaciones le asignan en los Oscar, a celebrarse el 26 de febrero.
Desde su inicio como idea, tomó unos seis años convencer a inversionistas y ejecutivos para que le dieran una oportunidad al proyecto, muy reticentes al principio ya que no creían que una cita ambientada entre los 30 y los 50, más aún musical, pudiera concretarse de forma moderna sin ser un riesgo.
Sin embargo, tenía que ser el momento correcto, o como dice Oprah Winfrey, todo fluye cuando “la preparación se encuentra con la oportunidad”.Y es que no sólo fue difícil que creyeran en el proyecto, inicialmente se había pensado en Miles Teller y Emma Watson para los protagónicos, pero Watson declinó por preferir “La Bella y la Bestia” y adicionalmente, Ryan Gosling declinó el mismo clásico de Disney por privilegiar “La La Land”. No menor detalle este movimiento en el casting ya que la pareja de este musical es clave, son cómplices y colegas que han logrado una empatía tal, que su compenetración actoral traspasa la pantalla.
Emma Stone hizo su debut en Broadway en noviembre de 2014 con el regreso de “Cabaret”, dirigido por Sam Mendes y Rob Marshall, donde remplazó a Michelle Williams por casi tres meses. Ahí fue donde recibió el proyecto y Chazelle confirmó que ella era la carta correcta para interpretar a Mía, una aspirante actriz que entre miles de castings comienza a perder la fe en su camino.
Ryan por su lado, ha estado involucrado con la música por su banda “Dead Man’s Bones” y siempre quiso hacer un musical de este estilo y aprender a tocar el piano. Fue integrante del “Mikey Mouse Club”, desde donde sus primeros años en el espectáculo bailaba y cantaba, junto a sus colegas de esos días: Justin Timberlake, Christina Aguilera, Britney Spears, Kery Rusell, entre otros reconocidos nombres. Gosling conmueve profundamente como Sebastian, un músico luchando día a día por sacar adelante sus anhelos y revivir el jazz.
Y es que luego de ver los resultados, se entiende como esta producción ha tocado las emociones y nostalgia en la audiencia. Su director, Damien Chazelle, con sólo 32 años logró reconstruir un imaginario de aquella añorada época de oro Hollywoodense. La banda sonora resonará en nuestro inconsciente por bastante tiempo, actualmente ha llegado al segundo lugar del Billboard, estando la semana pasada en el número quince.
Esta cinta es acerca de los sueños, del amor y como la vida te sorprende cuando estás tirando la toalla. Con sus llamativos colores, destacadas locaciones y agradable banda sonora te transporta. Llamémosle escape si queremos, porque no hay persona que no tenga en su vida ese “¿cómo hubiera sido si es que?”, lleno de nostalgia por algún importante e inolvidable amor recordado cada cierto tiempo.
Nuestro mundo vive realidades que son difíciles de entender y sobrellevar, donde se vislumbra un panorama mundial incierto, a ratos desolador. Existe una enorme necesidad de conseguir un nuevo aliento, un nuevo impulso que permita volver a creer, tanto en el amor como en la lucha por nuestros sueños.
“La La Land” es un concepto, que el diccionario inglés de Cambridge define como, “pensar que las cosas imposibles podrían ocurrir, más allá de entender como las cosas son realmente”. Pues bien, dada la contingencia de nuestros tiempos, bien vale pasar un par de horas en este mundo lleno de colores donde todo puede ocurrir.
¿Y dónde más que en el cine?, en esa gran habitación oscura, donde muchas personas de diversas edades y entornos, se reúnen con un solo fin, el de sentir algo y asombrarse, en el mejor lugar del mundo para encontrar inspiración y ganas de creer que todo podría ser mejor.
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