“Chile es un país católico” lacerante libro escrito en los años de 1941, por un atrevido cura rojo Alberto Hurtado (1901- 1952). La pregunta que lanzó a la sociedad conservadora de la época, fue una espina enquistada en la conciencia inalterable de muchos, que persisten con inusitada fuerza en el siglo XXI.
Los problemas reales que herían a nuestra sociedad, son casi los mismos que prevalecen hoy por hoy. La ética y la moral están siendo, devoradas por el materialismo y la miseria espiritual. La patética falta de compromisos de los cristianos, en los desafíos - país, se trasluce a diario en la indiferencia total para con los pobres.
“Reglamentación del trabajo de los niños” (1921) fue la tesis de de este joven estudiante de derecho, denunciando la explotación de los infantes en fabricas, industrias y latifundios, constatando una solapada e insoportable esclavitud, de vergonzosos recuerdos.
Este vilipendiado sacerdote jesuita, una mente preclara para su tiempo, entre otras de sus revolucionarias obras fue la fundación del “Hogar de Cristo” que entrega cobijo y alimentación a miles de niños, niñas, adolecentes y ancianos, hasta el día de hoy, cuyo único capital es su total transparencia y credibilidad.
“Servir y dar hasta que duela” era su lema inalterable.
Alberto Hurtado hoy es un santo de la Iglesia Católica, que por sus obras los conoceréis, ya que fue capaz de leer los signos de los tiempos y tener el coraje de decirlo “urbi et orbe”.
¿Cuánto hemos aprendido de este legado?
Poco o muy poco, el país en su conjunto está al debe con los niños, niñas y adolecentes, esto es más que un drama, es una página negra de la nación, de la cual nadie se escapa, el resto es música, parafraseando a un presidente, que con su dedo índice enrostró valientemente al Dictador Pinochet, por sus innumerables crímenes.
1.313 + 5, son los infantes que han muertos en extrañas circunstancias en los hogares del Sename, desde hace una década, a solo 23 de ellos, por orden de los tribunales, se les a hecho las autopsias de rigor.El resto sepultados en el más absoluto secretismo, casi imitando a las tumbas NN en los patios desconocidos de los cementerios, para ocultar a los detenidos desaparecidos.
La violación sistemática de los derechos humanos, de infantes recluidos en estos centros, financiados por el Estado, es una de las conclusiones de las Comisiones Investigadoras I y II de la Cámara de Diputados , que fue rechazada por la Sala, al momento de ser presentado el informe, desprestigiándose, una vez más, por no asumir parte de su responsabilidad.
“Mi infierno en el Sename”, es un libro (E. Ceibos) cuyo autor, Edison Llanos, entrega a la Comisión Parlamentaria, un testimonio, personal, descarnado, de cómo se sobrevivía en estos recintos, antes las peores crueldades, cometidas por degenerados pederastas , que usaban y abusaban, sexualmente de niños, niñas y adolecentes, a vista y paciencia de sus sostenedores.
Lissete la niña, que con su “asesinato” destapó la oprobiosa realidad en que subsistía, que nos sirva de lección. Tres funcionarios de Cread Galvarino han sido formalizados, no para buscar venganza, sino para hacer justicia, ya que no podemos seguir cubriendo la verdad de lo que pasa alrededor nuestro, con mentiras institucionalizadas.
Claro está que existen centros que cumplen con las normativas vigentes, pero por unos pocos inescrupulosos, son los que asumen la indignación nacional.
Sepamos que niños, niñas y adolecentes, ya no están solos, Alberto nos interpela duramente, desde el más allá, para no seguir siendo cómplices impertérritos.
Desde Facebook:
Guía de uso: Este es un espacio de libertad y por ello te pedimos aprovecharlo, para que tu opinión forme parte del debate público que día a día se da en la red. Esperamos que tus comentarios se den en un ánimo de sana convivencia y respeto, y nos reservamos el derecho de eliminar el contenido que consideremos no apropiado