En esta semana, el Fondo Monetario Internacional (FMI) elevó a 2,5% su previsión de crecimiento para la economía chilena para el 2018, desde el 2,3 % pronosticado anteriormente. Con este acelerado ritmo de crecimiento, la obtención de crédito rápido y seguro se ha transformado en algo imprescindible para los empresarios del país.
De esta manera, el factoring se convirtió en una solución eficaz para los que buscan agilidad. Este tipo de operación, ya muy consolidado en Chile, permite a los empresarios tener acceso al capital inmediatamente, incluso al hacer ventas en cuotas, logrando así seguir invirtiendo en el crecimiento de sus compañías.
En lugares como Europa, esta inversión ya se presenta vital en el papel de la economía de los países. De acuerdo con la Federación Europea de Factoring (EUF), el análisis final de los datos recopilados en el 2016 muestra que el factoring y los volúmenes de financiación comercial en la Unión Europea crecieron 6,2%, hasta 1,5 trillones de euros, que representa 10,4% de todo el Producto Interior Bruto de la UE.
Con una oferta de crédito mucho más ágil que las ofrecidas por los bancos, los cuales pueden tardar al menos un mes para aprobar un perfil de cliente, el factoring gana la confianza de las compañías, una vez que ofrece aprobación menos burocrática y contratos más flexibles. Es una forma eficiente de obtener crédito instantáneo, moviendo los negocios.
Imagínese una empresa exportadora de vino, por ejemplo. Si ella vende sus productos a Europa, es posible que el importador realice el pago solamente tras el recibimiento del producto, y este se concrete, probablemente, entre 60 y 90 días. Esta deuda puede ser comprada por una compañía de factoring, siempre que ella reconozca las garantías de cancelación del cliente final. De esa manera, el proveedor chileno recibe el pago de forma inmediata, con la condición de que pague una comisión.
El factoring es uno de los mecanismos que fortalecen la economía de Chile. Facturas de papel y apertura de créditos en bancos son operaciones que se quedaran en el pasado.
Estamos viviendo tiempos en los cuales digitalización, flexibilidad y agilidad son conceptos de suma importancia.
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