Desempleo femenino: el talento que Chile no se puede dar el lujo de perder

El panorama es cada vez más dramático: el desempleo femenino ha vuelto a niveles de pandemia. El índice superó el 10,1%, el más alto desde el segundo trimestre de 2021. Mientras el desempleo general en Chile alcanza 8,9% en el trimestre móvil marzo-mayo de 2025, las mujeres lo superamos en más de un punto porcentual.

El informe laboral "Zoom de Género", realizado por el Observatorio de Contexto Económico de la Universidad Diego Portales (OCCE UDP), ChileMujeres y la Cámara de Comercio de Santiago (CCS), advierte un fenómeno igual de grave: la persistencia del desempleo en el tiempo. Solo entre marzo y mayo de 2024, más de 75 mil mujeres llevaban más de un año cesantes, lo que representa un aumento del 40% respecto del mismo periodo del año anterior. Esta situación compromete su autonomía económica, amplía desigualdades previsionales, de salud y bienestar familiar y daña el potencial crecimiento de Chile. El FMI ha sido categórico: el empleo femenino puede aumentar el PIB de un país hasta en 35%.

Por eso, el desempleo femenino es un despilfarro. Y en este contexto, el emprendimiento es una vía concreta de reactivación y transformación para generar más ingresos, para ampliar oportunidades, liderazgos, innovación y bienestar social.

Soy emprendedora desde hace casi una década. Sé por experiencia las vicisitudes de hacerlo, pero también veo de primera mano que las mujeres tenemos las capacidades, la resiliencia y la visión para liderar negocios con impacto. ¡Denle a una mujer un kilo de harina y construirá una panadería! Pero también sé que, sin apoyo, ese potencial queda atrapado entre barreras invisibles: falta de capital, tiempo, redes, información, y la constante "carga mental" porque las mujeres multitasking trabajan más que los hombres, dentro y fuera del hogar.

Los datos lo confirman. Según Corfo, solo el 24% de los emprendimientos formales en Chile están liderados por mujeres, aunque las mujeres jefas de hogar representan el 47,7% de los hogares, muchos de ellos monoparentales y en situación de pobreza.

Es urgente que el Estado y el ecosistema emprendedor pongan foco en las mujeres. Necesitamos visibilizar y fortalecer los fondos existentes, así como los programas de asistencia técnica y mentoría especializada. Corfo, Sercotec, Prodemu, Fosis, Sernameg y Sence deben llegar activamente a mujeres desempleadas o en situación de vulnerabilidad. También se requieren redes colaborativas sólidas y espacios seguros para emprender. El acompañamiento entre emprendedoras, incubadoras con enfoque de género, y alianzas público-privadas con impacto social son claves para avanzar.

El desempleo femenino es una muy mala noticia. Y en tiempos complejos, hay que acelerar el tranco. Crear un ecosistema que reconozca a las mujeres desde su realidad, y que entregue las herramientas adecuadas para emprender, puede ser parte del paquete reactivador que tanto necesita Chile

Desde Facebook:

Guía de uso: Este es un espacio de libertad y por ello te pedimos aprovecharlo, para que tu opinión forme parte del debate público que día a día se da en la red. Esperamos que tus comentarios se den en un ánimo de sana convivencia y respeto, y nos reservamos el derecho de eliminar el contenido que consideremos no apropiado