Cumplimos un año y dos meses de servir a Chile y a los territorios. Estuvimos en todas las regiones, en más de 150 comunas, recorrimos cerca de 100 mil kilómetros por tierra, y sostuvimos al menos 600 encuentros con la familia silvoagropecuaria.
Hace unos días presentamos nuestra cuenta pública participativa 2022-2023, donde dimos a conocer el balance y los desafíos para el agro, con un año que comenzó marcado por problemas de logística post pandemia: altos precios de los insumos y de los fertilizantes debido a la guerra Ucrania-Rusia.
Tuvimos que actuar rápido, y por eso anunciamos el programa Siembra por Chile, con el que pudimos apoyar la producción de alimentos haciendo frente a la emergencia hídrica y reactivar la economía. Este programa contempló la inversión de $258 mil millones distribuidos en 13 medidas que beneficiaron a 176 mil agricultores y agricultoras.
Porque, como sabemos, el acceso a la alimentación es uno de los principales temas que preocupa a las familias chilenas. Por eso hace unas semanas anunciamos la Estrategia de Soberanía para la Seguridad Alimentaria "Juntos alimentamos Chile",elaborada por Odepa, que orientará el accionar del Estado hacia el fortalecimiento de nuestro sistema alimentario de forma de resguardar el derecho humano a la alimentación. Hacia allá vamos.
Pero además enfrentamos la temporada de incendios forestales más dura de los últimos años. El cambio climático, baja humedad, intencionalidad y altas temperaturas fueron parte de las condiciones que propiciaron los siniestros que consumieron cerca de 430 mil hectáreas en la zona centro-sur del país. Tras la tragedia hemos dispuesto de hasta $37 mil millones para la recuperación del agro, entre entrega de alimentos animal, concursos de riego y transferencias directas de recursos.
Otra emergencia es el avance de la influenza aviar. Para neutralizarla hemos realizado campañas informativas junto al Ministerio de Salud y también hemos modernizado la normativa de bioseguridad, lo que permitirá fijar un estándar de requisitos para la producción y garantizar nuestro potencial exportador. A futuro hay una proyección de gastos del Estado para apoyar en esta emergencia sanitaria de $25 mil millones que permitirá financiar el trabajo en terreno del SAG, Sernapesca, gobernaciones y municipios.
Por otro lado, inyectamos cerca de $2 mil millones de pesos que ha permitido enfrentar la emergencia ocasionada por el nematodo de la frutilla. En relación al control de la mosca de la fruta, potenciamos una campaña con más $5 mil millones.
En materia legislativa, terminamos de tramitar la ley apícola y de alcoholes. Además, estamos a un paso de sacar adelante la nueva ley de fomento al riego, con lo que se podrán focalizar $116 mil millones en sistemas de acumulación y conducción que favorecen a todos los actores por zona. Nos dará mayor sustentabilidad y podremos duplicar los recursos para pequeños agricultores, de $9 mil millones a $18 mil millones, monto que se complementan con los $35 mil millones de riego que pone Indap.
Este año presentaremos el proyecto de Ley Sistema de Incentivos para la Gestión Sostenible de Suelos (Sigess) y el proyecto de Ley de Incendios Forestales y Rurales. En julio, además, impulsaremos un proyecto de ley de habitabilidad rural, que busca suplir el tema de las parcelas de agrado de una manera sustentable, social y ambientalmente ordenada.
¡Y hubo buenas noticias para el sector! Se incrementó en 15,4% (216 mil hectáreas) el cultivo del trigo, respecto de la temporada anterior. Además, se incrementó la superficie de cultivos industriales en 6,2% (70.503 ha.).
En el plano de las exportaciones, en 2022 las de productos de origen silvoagropecuario aumentaron 5,5% llegando a la cifra récord de 18,8 mil millones de dólares. De estas, el sector agrícola creció 1,1%, el sector pecuario 9,7% y el sector forestal incrementó sus exportaciones en 6,8%.
Todo esto redunda en que la balanza comercial silvoagropecuaria realizó un aporte de 9 mil millones de dólares a la economía nacional, aumentando en 9,3% en comparación a 2021.
Esto ha sido parte de nuestra gestión durante este primer año. No ha sido fácil, pero seguiremos en terreno, con más energía que nunca, apoyando a nuestros agricultores y agricultoras porque el campo y la ruralidad merecen de todo nuestro compromiso y dedicación.
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