Por unas fiestas seguras y tranquilas, prefiere el comercio formal
A días de que celebremos Navidad, es tradición ver los centros comerciales y tiendas del país abarrotados de personas buscando regalos. Sin embargo, son cada vez más los chilenos que compran desde la comodidad de sus casas, ya sea por los sitios web de los grandes retails y tiendas especializadas, plataformas comerciales o a través de redes sociales.
Esta es una tendencia que tuvo una fuerte aceleración durante la pandemia y que ha visto un crecimiento sostenido desde entonces. Así, de acuerdo con un estudio de la Cámara de Comercio de Santiago, durante 2023 el 63% de consumidores realizó compras online. Este aumento se sustenta en una cada vez mayor confianza, comodidad, información y rapidez del proceso, y mayores habilidades tecnológicas de los consumidores, lo que lo hace una opción cada vez más atractiva.
Pero al igual que el comercio tradicional, tiene también sus riesgos, principalmente en lo que se refiere al comercio ilegal, el que encubre principalmente contrabando, receptación y/o falsificación de productos, y cuyos efectos son diversos y nefastos, tanto para los propios consumidores como para la sociedad en su conjunto. Estos generalmente no cumplen con los estándares mínimos de seguridad, poniendo en riesgo a las personas, lo que es especialmente sensible en el caso de juguetes. Tampoco poseen garantía alguna, e incluso, al encontrarse al margen de la legalidad, no les es aplicable la ley de Protección de los Derechos de los Consumidores, dejando así a quienes compran en una total indefensión.
En cuanto a los riesgos a la sociedad, estos son diversos, pero el principal es que nutre al crimen organizado, ya que es el que contrabandea, falsifica o roba los productos que luego se venden en el comercio informal. Así, siendo tan sensible el tema de la seguridad en nuestro país, un mensaje importante en este sentido es no comprar en el comercio ilegal.
Pues bien, para no caer en compras ilegales, debemos ser capaces de identificar el comercio ilícito. En el mercado tradicional es relativamente fácil identificar si una compra es informal, ya que generalmente se asocia a un vendedor instalado en la vereda, pero esto es más complejo en el comercio electrónico. Así, de acuerdo con un estudio de la Cámara Nacional de Comercio, en el tercer trimestre de este año cerca del 9% de compras online fueron informales, lo que se traduce en US$236,8 millones.
Para evitar esto, previo a comprar un producto se pueden tomar medidas básicas. En primer lugar, comprar en sitios de confianza; en segundo, preguntar si se emitirá la boleta por la compra y si el producto cuenta con las certificaciones sectoriales correspondientes -lo que es especialmente importante en el caso de alimentos, medicamentos, maquillajes y productos eléctricos-. Tercero, revisar el número y calidad de las evaluaciones de otros compradores, y finalmente ver si el sitio o vendedor acepta pagos diversos o únicamente transferencias electrónicas o efectivo.
Estos pequeños resguardos nos permitirán tener unas felices y seguras fiestas, nos protegerán de riesgos y malos ratos innecesarios solo por ahorrarnos unos pocos pesos.
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