El ranking que nunca quisimos alcanzar ¡lo logramos!
Al 21 de septiembre somos el séptimo país en el mundo con mayor número de contagiados por habitantes con 2382,78 por cada 100.000.
Pero eso no es todo. Lo peor es que en número de fallecidos ocupamos el cuarto lugar en el mundo con una tasa de 65,60 muertes por cada 100.000 habitantes. Ambos datos son extraídos de informes de la Universidad John Hopkins y Banco Mundial. Parecen solo cifras, pero son personas y familias que forman parte de nuestra patria, que vivimos juntos en esta casa común. Personas que hoy se lamentan y se lloran.
Cuando recibimos cada día las cifras a través de los medios, primero nos presentan la realidad de nuestro país y después las tremendas cifras de países de una gran población. Esto nos permite suponer que no estamos tan mal y no dimensionamos nuestra verdadera realidad país.
Parece que nos anestesiaran con noticias que en Estados Unidos van cerca de 200.000 muertos y casi 7 millones de contagiados, que Brasil tiene 4 millones y medio de contagiados y 137.000 fallecidos. Con esas cifras las nuestras parecen nimias.
¡Pero estamos peores que ellos!
Estados Unidos tiene una relación de 61,08 muertos por cada 100.000 habitantes, Brasil tiene 65,35 por cada 100.000 habitantes. Nosotros 65,60.
Estados Unidos tiene 2085,78 personas contagiadas por cada 100.000 habitantes y Brasil 2169,59. Nosotros 2382,78
Como no tenemos condiciones físicas especiales que nos haga más susceptibles de enfermar, creo que las causas en general van en dos direcciones.
Una en las condiciones sociales de hacinamiento, segregación y desigualdad que sufre nuestro país y segundo, una mala gestión de la pandemia.
Poco se sabe y poco se dice que estamos en medio de un gran fracaso en la estrategia y plan de control, a pesar del inmenso esfuerzo y entrega de todo el personal de salud.
En torno a la gestión los expertos tienen la palabra. No siéndolo y solo a partir de lo que han comentado los que saben, este top-ten nos lo hemos ganado y con honores. Primero porque al inicio de la pandemia en nuestro país, no se consideró todo el sistema local de salud, lo que era crucial para generar una red efectiva, tanto para el control como para la trazabilidad.
Los municipios reclamaron hasta la saciedad que se les considerara y así pudieran cumplir mejor estas tareas, pero la soberbia del conductor los dejó de lado.
Eso mismo impidió un efectivo manejo de la trazabilidad que es la mejor herramienta probada en el mundo para ir controlando una pandemia y con la llegada del ministro París comenzó a implementarse más seriamente.
Es de esperar que todo lo vivido no sea en vano. Que efectivamente haya instancias técnicas que estén levantando estudios al respecto, de tal manera que cuando vuelva a ocurrir, cosa que según algunos expertos se harán más recurrentes, no se parta de cero, cayendo en los mimos errores que en definitiva se han transformado en horrores.
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