El gran resultado del partido de derecha alemán “Alternativa por Alemania” es calificado por los medios de comunicación y por determinados sectores políticos como triunfo de la extrema derecha alemana. Sin embargo, cabe preguntarse ¿qué tan real es esa afirmación?, ya que al analizarla internamente y en comparación con otros partidos de derecha internacionales queda la duda que tan extrema derecha es la AFD. Para tener mayor claridad al respecto podemos explicitar algunos puntos claves.
En primer lugar, AFD es un partido fundado el 2013, cuya base militante se compone en parte importante por desencantados ex militantes y adherentes de la CDU alemana, los que descontentos con los últimos periodos de gobierno de Angela Merkel, decidieron formar la AFD.
Si bien es un partido nacional-conservador, ¿cuán más conservador que la CDU alemana es?, ¿o que los republicanos de Estados Unidos o que los conservadores ingleses? Este cuestionamiento es válido, porque en materia valórica la AFD está a favor de políticas de aborto y, probablemente, del matrimonio homosexual, lo que para los otros partidos no es algo aceptable, por lo menos de buenas a primera.
A modo de anécdota, no dejo de mencionar que su presidenta, Alice Weidel, es lesbiana, tiene dos hijos y su pareja. En materia de inmigración, es crítica a la política del gobierno de Merkel, específicamente de mezclar la política de refugiados con la política de inmigración. Aunque aspectos de dicha crítica es claramente de derecha, también es de sentido común.
Entonces, ¿qué correspondería calificar de extrema derecha? Respecto de la Unión Europea (UE), no es el único partido crítico al funcionamiento de la UE y a las implicancias específicas de la moneda única, considerando que no es una crítica esencialista, sino que a la necesidad de reformar el funcionamiento de la UE y al hecho de que Alemania no puede rescatar permanentemente a países que caen en caos financiero por irresponsabilidad fiscal.
Entonces, podemos decir que es un partido euro escéptico, pero por eso está en la extrema derecha. Por último, respecto de la identidad nacional, la AFD propone recuperar Alemania. En este punto, la CDU a inicios de los años 2000, propuso la “Deutsche Leitkultur”, lo que en castellano sería la “cultura (dominante, líder o conductora) alemana”. Entonces, ¿dónde está lo extremo?
En lo económico, puede ser un partido liberal, pero también con elementos protectores del Estado social alemán. En consecuencia, al ver los aspectos político ideológicos y programáticos de la AFD hechos presentes en este momento histórico caen a la derecha del gobierno de Angela Merkel, generando un vacío de representación que el gobierno alemán le generó al partido gobernante que es la CDU, pero eso está lejos de ser extrema derecha, sino que la recreación de un espacio que ocupaba la CDU alemana y que ahora lo ocupa un nuevo partido como la AFD.
Entonces, la calificación de extrema derecha no es más que una costumbre comunicacional de nominar como extrema derecha a todo aquello que estaba a la derecha de la CDU y que en el caso de la AFD no es más que un espacio que dejó de representar la CDU.
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