La ETA y el MIR

Francisco Devia

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La ETA (Euskadi Ta Askatasuna), cuya traducción al español es "País Vasco y Libertad", fue un grupo terrorista nacionalista, marxista-leninista e independentista vasco, que se separó del Partido Nacionalista Vasco en 1958. Su primer crimen fue el vil asesinato del guardia civil José Antonio Pardines, en 1968.

Desde ese momento, sus "operaciones" dejaron un saldo de 854 personas asesinadas, 2.597 heridas, 86 secuestradas y cerca de 125.000 desplazados a otras regiones españolas. Habría que agregar que para autores como Mikel Buesa, la ETA provocó en el País Vasco una pérdida del PIB regional que podría ser equivalente a 18,3%.

A su vez, la ETA estableció relaciones con organizaciones del extranjero, con diversos grupos terroristas o revolucionarios de Latinoamerica, con el objetivo de legitimarse. Su primera aproximación fue con el Movimiento de Izquiera Revolucionaria (MIR), ocurrida en suelo español, en el año 1978.

Como fruto de esta relacion, ambas organizaciones cooperaron en los secuestros de Diego Prado y Colon de Carvagal, en 1983; y de Emiliano Revilla, en 1988. Pero al no haber acuerdo para repartirse el botín obtenido por los rescates, pues ETA no quiso colmar las pretensiones del MIR, el hecho dio lugar a las ruptura entre ellas⁽¹⁾.

Asimismo, la conexión entre el MIR y la ETA fue comprobada también con la detención en Ginebra (Suiza) de una militante del MIR, Amalia Tardón, cuando en mayo de 1990 cambiaba dinero procedente de un secuestro llevado a cabo en Panamá en 1985⁽²⁾.

En 2018, la ETA anunció su disolución, porque fue derrotada operacional y políticamente. En el primer caso, merced al compromiso y coordinación de los tres poderes del Estado. Asimismo, cabe destacar la labor de la Guardia Civil, la Policía Nacional, el Centro Nacional de Inteligencia (CNI) y Fiscalía, entre otros.

En lo político, las manifestaciones de la sociedad civil española en contra del terrorismo se hicieron sentir con fuerza, en especial, tras el secuestro y asesinato del concejal de Ermua y militante del Partido Popular del País Vasco (PP) Rafael Blanco, en el año 1997. Finalmente, la colaboración internacional, en particular del gobierno de Francia, fue fundamental para la neutralización de la infausta y sanguinaria ETA, que utilizaba el territorio francés como un verdadero santuario de protección y descanso.

^{(1) "La Financiación del Terrorismo. ETA y el Movimiento de Liberación Nacional vasco". Mikel Buesa, página 114. Editorial Almuzara, 2023
(2) La policía desarticuló la conexión chilena de ETA al comprobar durante meses el cese de sus actividades}