Qatar, la relación entre deporte y política
El 20 de noviembre de 2022 se inició la Copa Mundial de Fútbol, realizada por primera vez en un país árabe, certamen que se prolonga hasta el 18 de diciembre del mismo año. Doce años antes, en 2010, la Federación Internacional del Fútbol Asociado (FIFA) había elegido a este país en una competencia en la que eran candidatos otros cuatro: Australia, Estados Unidos, Corea del Sur y Japón.
Tras la selección de Qatar como sede del Mundial, este Estado fue acusado de pagar a funcionarios de la FIFA para que aceptaran la propuesta. Estas denuncias fueron presentadas por el Departamento de Justicia de Estados Unidos. Sin embargo, el país árabe fue absuelto de esta acusación, al tiempo que invertía importantes cantidades de dinero en la construcción de estadios de última generación. De este modo, podemos observar que, desde antes de la realización de la Copa Mundial, Qatar se ha visto involucrado en incidentes de consideración.
Para entender la importancia que representa este Estado árabe, debemos señalar que este tiene una superficie de unos 11.000 kilómetros cuadrados -menos que la Región de Valparaíso-, la que destaca por tener importantes reservas de gas natural y petróleo, lo que lo convierte en uno de los países con el PIB per cápita más alto del mundo. Su población es de unos tres millones de habitantes, una gran cantidad de ellos son extranjeros, y alrededor del 80% son musulmanes.
En términos de organización política, se trata de una monarquía absoluta, liderada por la familia Al Thani desde su independencia de Gran Bretaña en 1971. No existen partidos políticos, ni libertades civiles. Los grupos LGBTQ+ son fuertemente discriminados y las relaciones entre personas del mismo género están criminalizadas con penas de varios años de prisión. Las mujeres, por su parte, también enfrentan numerosas discriminaciones, siendo la infidelidad y las relaciones extramaritales castigadas con hasta siete años de cárcel.
A pesar de todos estos antecedentes, que implican fuertes violaciones a los derechos humanos, Qatar fue elegido sede de la Copa Mundial, superando a otros países que claramente han logrado avances importantes en el reconocimiento del colectivo LGTBQ+ y en la igualdad de género, como son Estados Unidos y Australia, a pesar de algunos retrocesos registrados en el último año, como la anulación del derecho al aborto por parte de la Corte Suprema de Estados Unidos, en junio de 2022.
Por lo tanto, para entender esta decisión, hay que hacer mención a las importantes sumas de dinero invertidas en la construcción de los estadios, pero también hay que destacar el rol que ha adquirido Qatar en el escenario regional del Medio Oriente. Este país es miembro de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) y de la Liga Árabe. También integra, junto con Arabia Saudita y los otros pequeños Estados del Golfo (Bahréin, Omán, Emiratos Árabes Unidos, Kuwait) el Consejo de Cooperación para los Estados Árabes del Golfo.
Al mismo tiempo, el país árabe se ha caracterizado por tener una política exterior de buenas relaciones con Estados Unidos, China e Irán. De este modo, en territorio qatarí existe una base militar estadounidense en virtud de un acuerdo de cooperación en defensa con Washington desde 1992. En cuanto a los vínculos con Teherán, Qatar ha apoyado a los hutíes, grupos chiitas de Yemen, aliados de Irán. Esto llevó a que Arabia Saudita, Egipto y los Emiratos Árabes Unidos rompieran relaciones diplomáticas con Doha en 2017, acusándolo de apoyar el terrorismo. Doha tiene relaciones también con movimientos como los Hermanos Musulmanes, considerado como grupo terrorista por Egipto; y Hamas, grupo palestino que busca la destrucción de Israel.
Hay que mencionar el importante rol del pequeño Estado árabe en la guerra de Afganistán. Fue precisamente en Doha, capital de Qatar, donde en febrero de 2020 representantes del gobierno de Estados Unidos y del grupo Talibán firmaron un acuerdo de paz que establecía la salida de las tropas de la OTAN de Afganistán. Qatar ha tenido importantes nexos con los talibanes, existiendo una oficina en Doha desde 2013.
A todo lo anterior, debemos agregar que este país es la sede de una importante cadena televisiva, como es Al Jazeera, fundada en 1996 y considerada la principal cadena del mundo árabe, cuya televisión tiene emisiones no solo en árabe, sino también en chino mandarín, español, francés, inglés y ruso.
En consecuencia, la importancia regional de Qatar queda demostrada por esta extensa red de vínculos internacionales, lo que probablemente haya influido también en su selección como sede de la Copa Mundial. En este sentido, estamos en presencia de una relación entre deporte y política, en donde el primero puede llegar a tener una influencia central en los aspectos de política nacional e internacional.
En el caso de Qatar, a todo lo ya señalado, podemos sumar los vuelos directos entre Tel Aviv y Doha, motivados por el interés de israelíes y palestinos de participar como espectadores en los distintos certámenes futbolísticos. No existiendo relaciones diplomáticas entre ambos países, por primera vez se realizaron vuelos directos que podrían, eventualmente, constituir un primer paso para que este país, lo mismo que sus vecinos Emiratos Árabes Unidos y Bahréin, se sume en el futuro cercano a los llamados "Acuerdos de Abraham": el establecimiento de plenas relaciones diplomáticas.
Finalmente, cabe recordar que uno de los ejemplos más emblemáticos de la relación entre deporte y política internacional fue la "diplomacia del ping pong" entre China y Estados Unidos en el año 1971, que llevó a un posterior encuentro histórico entre los líderes de ambos países, Mao Zedong y Richard Nixon, respectivamente.
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