La muerte por atropello de dos motoristas de carabineros en la Región de Coquimbo, provocada por un grupo de jóvenes delincuentes, quienes huían de una persecución policial, provocó consternación en la opinión pública, unido a sentimientos de rabia y tristeza por la forma como dos funcionarios de esa institución perdieron su vida, por defender el orden.
Como funcionario público, anónimo e irrelevante, quisiera solidarizar con las familias de esos nuevos héroes de dicha institución: Sargento Segundo Hans Knopke y Carabinero Luis Díaz, ambos fallecidos en actos de servicio.
Asimismo, deseo expresar que existe una “mayoría silenciosa” que agradece y apoya el compromiso diario de carabineros con nuestro país, en una actividad o función pública compleja, la cual no está exenta de peligros.
En lo personal, considero que es fundamental recuperar los valores cívicos y republicanos. No es posible que los delincuentes sean quienes determinen la forma de comportarnos y de vivir en nuestra sociedad.
Asimismo, con preocupación observo que estamos acostumbrándonos a ser testigos de la violencia - verbal y física - la que además es difundida ampliamente por la televisión y las redes sociales, sin filtro alguno, lo cual genera una mayor percepción de inseguridad.
En este marco, la labor policial de Carabineros e Investigaciones de Chile resulta fundamental para contrarrestar esa violencia. Sin embargo, para poder cumplir en forma efectiva y eficiente con su misión institucional, ambos cuerpos policiales requieren la colaboración de todos los actores políticos y sociales de nuestro país.
En los Estados Unidos, el respeto a los agentes policiales es casi absoluto, pues existe una clara conciencia de los derechos y obligaciones que tienen por una parte, el agente policial y por la otra, el ciudadano. Quien trasgreda esa especie de “pacto tácito”, sufrirá las sanciones que amerite el caso.
Por otra parte, culturalmente, el estadounidense tiene conciencia que el crimen -en todas sus formas- debe ser prevenido y castigado.
Por ello uno de los principales lemas es “if you see something, say something” (si ves algo, di algo). Con ello, se invita a la personas a cooperar con la policía. Incluso, hasta el día de hoy se ofrecen recompensas en dinero, como en el tiempo del Viejo Oeste, para quienes proporcionen antecedentes que permitan capturar a los autores, cómplices o encubridores de un hecho delictivo.
Finalmente, convendría indicar además que en los Estados Unidos, quien lesione o maltrate a un agente policial sufre severas penas de cárcel, por ser una circunstancia agravante, y en algunos Estados, el homicidio o asesinato de un agente policial se castiga con la pena de muerte. Lo anterior se entiende porque el agente policial está amparado por facultades legales para defender y proteger a la sociedad y a sus respetivos ciudadanos.
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