Mucho se habla sobre la tenencia responsable de mascotas. Constantemente surge interés por reconocer quién cumple con lo reglamentado en la ley, cubriendo todas las necesidades de sus mascotas; y quién, de manera opuesta, es un irresponsable por la manera en que las mantiene.
Sin embargo, me gustaría ofrecer una visión ampliada, complementaria a lo que todos sabemos. Debemos considerar que la tenencia responsable de mascotas comienza mucho antes de que la mascota pise por primera vez nuestra casa. Y es que somos tan poco reflexivos a la hora de tomar decisiones, que introducimos en nuestros hogares animales de los que sabemos muy poco, sin proyectar lo que involucra este acto. Me pregunto si una persona adoptaría una serpiente pitón con la misma facilidad que invita a un perro a vivir a su casa.
Que no parezca que soy contrario a la adopción de perros, nada más lejos de la realidad, los amo. Tampoco creo que una serpiente pitón es igual que un perro, ¡que locura! El tema es que, en la experiencia clínica, vemos que el conocimiento que tienen los tutores sobre las especies con las que conviven es muy similar al ejemplo anterior; refiriéndome a sus conductas, cuidados, esperanza de vida, alimentación, costos asociados, etc.
Por lo anterior es que me gustaría encender luces sobre algunos temas que debemos tener en cuenta antes de tomar esta importante decisión. Insisto en "importante", ya que hoy en día cualquier tipo de problema que involucre a nuestras mascotas (físico, emocional o conductual) afecta directamente la armonía de la familia.
Entonces las preguntas obvias son, ¿en qué etapa de tu vida te encuentras hoy? Considerar si estás en un momento de estabilidad en lo que se refiere a quedarte en un lugar físico o es probable que en los próximos años quieras recorrer el mundo. Si bien no es imposible hacerlo con una mascota, aumenta la dificultad.
¿Cuentas con los recursos necesarios? No me refiero a solo recursos económicos, sino también al tiempo que se requiere para educar un cachorro. Con respecto al dinero, usted hoy mismo podría averiguar cuánto cuesta mantener una mascota y a qué eventualidades se podría enfrentar. ¿Cuenta con apoyo de amigos o familiares? No es absurdo pensar que en su vida como tutor usted más de alguna vez necesitará de manera urgente que alguien cuide de su mascota. Y, por último, ¿tiene el conocimiento necesario para afrontar el gran desafío de compartir su vida con una especie completamente diferente a la suya?
Si usted no tiene mascota o piensa introducir un nuevo integrante peludo a su familia, reflexione sobre su futura decisión. Si es capaz de responder afirmativamente a todo lo expuesto aquí, probablemente su experiencia como tutor será maravillosa y su mascota muy feliz. Si no es el caso, deténgase a pensar un momento. No significa que usted no pueda tener mascota, pero es muy probable que este no sea el momento más apropiado.
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