Aunque se vista de seda…

Beatriz Hevia

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Gran conmoción causó este fin de semana la presentación del grupo "Las Indetectables", como parte del cierre de campaña del Apruebo en Valparaíso, organizado por "Apruebo para Transformar" y liderado por el alcalde de la ciudad, Jorge Sharp.

La simulación de un aborto con una bandera chilena fue defendida en el escenario por la periodista Alejandra Valle que hacía de animadora, pero luego repudiada por esta misma, cuando la oposición salió a criticar la actuación. El oficialísimo y la izquierda a coro se sumaron al repudio, a pesar de que, si hacemos un repaso a la historia reciente, no es primera vez que se realizan actos de carácter sexual y de similar connotación.

A partir del estallido eran múltiples las convocatorias de yeguada, actuaron al interior de templos, la tumba de Jaime Guzmán sufrió el mismo destino, monumentos nacionales fueron escenario de sodomizaciones y los frontis de las universidades se transformaron en lugares en donde las heces eran pan de cada día en los mal llamados "actos artísticos", a plena luz del día y en eventos que muchas veces llevaron la misma leyenda de "acto familiar", como fue en Valparaíso.

Durante tres años, jamás escuchamos a la ahora ministra Camila Vallejo llamando a no difundir las imágenes por atentar contra niños y adolescentes, como lo hizo en esta ocasión, por lo que cabe preguntarse si su real preocupación es que estos registros lleguen a menores o que su difusión perjudique la campaña del Apruebo.

Y es que en las últimas semanas, y a medida que se acerca el plebiscito, los liderazgos más radicales de la izquierda han ido guardando silencio y se han mostrado más centrados, incluso reconociendo algunas de las falencias de la propuesta de Constitución sometida a votación, aunque, gracias a dichos del presidente del Partido Comunista, Guillermo Teillier, quedó en evidencia que no era más que una declaración política y no realmente un compromiso de cambios.

De la misma forma, ahora para ellos el orden público es una prioridad y no dudan en llamar "actos cobardes" a los ataques incendiaros como el ocurrido en Contulmo, a pesar de que hasta hace poco la autodenominada "lucha de los pueblos originarios", era algo que miraban con complacencia.

Al final de día, el espíritu revanchista y radical de la izquierda siempre sale a la luz, y aunque han tratado de ocultarlo, no debemos olvidar el historial de ofensas a la patria, a la nación chilena, sus tradiciones y costumbres, porque como bien dicen, aunque la mona se vista de seda, mona queda.