Nuestro país está enfrentado a una nueva encrucijada que sin duda marcará nuestro presente y futuro. No es una elección más, porque se definen opciones totalmente antagónicas. Según los politólogos y los medios de comunicación, el voto nulo y el voto en blanco podrían llegar a ser los más altos de nuestra historia.
¿Cuál es la razón? Sencillamente son los que no se identifican con ninguno de los dos candidatos, porque consideran que representan, los así llamados, extremos del país. Lo digo así, porque mirado en perspectiva histórica, la propuesta de Boric y Kast en la elección anterior era mucho más extrema que la de Jara y Kast hoy. Basta revisar sus programas, pero no es el caso analizarlos aquí.
Los extremos tienen una nueva representación en esta oportunidad, es el "anti", cuando debiera ser el "pro". Esa posición nace de una "ideologización", que es el abuso de la ideología, que todos, absolutamente todos, tenemos para actuar en sociedad y por lo mismo se valora y se respeta. Lo "anti" es propio de visiones del siglo pasado, marcado por la Guerra Fría. No responde a análisis objetivos, claros y debidamente documentados, sino más bien a visiones que ya han sido superadas en el siglo XXI.
Por eso decimos que es una mirada sesgada y desinformada, a partir de la cual se toma una decisión, la misma que en definitiva no le sirve al país; como no me gusta ninguno de los dos, voto nulo o en blanco. Por lo tanto, les pido e invito a todos los que así creen (porque en realidad son más bien creencias) que revisen con mayor atención su posición, porque el país necesita que emitan su voto informado y muy conscientes, por una de las alternativas, porque el blanco y el nulo no nos gobiernan.
Como decía Carolina Tohá, a todos nos preguntarán a futuro dónde estuvimos en este momento de la historia, y no creo que podamos eludir la respuesta o señalar que "no tomé posición", porque igualmente seróa cómplice de lo bueno o malo que haga el nuevo gobernante.
Para el centro político es bueno mirar a ambos candidatos y analizar quién podría, según su opinión, ser el "mal menor", porque como he dicho en otras columnas, la política se desenvuelve entre "lo real y lo posible", no en lo que yo quiero. De ser así habría que tener cientos o miles de candidatos que sean del gusto total de cada uno.
Propongo como criterio de decisión preguntarse: 1.- ¿Quién creo es más honesto(a), miente menos, representa una conducta de sinceridad y no de oportunidad? 2.- ¿Quién resguardará mejor mis derechos sociales? Los que es mi obligación defender, de lo contrario sería muy irresponsable conmigo y mi familia. 3.- ¿Quién representa al sector que ha robado menos al país? Hay datos en Internet y en la IA que se pueden acceder con mucha facilidad. 4.- ¿Cuál es su historia pasada? Como ha sido su vida, su pasado político, su aporte real al país.
Son algunas preguntas que les sugiero. Habrá otras que naturalmente le despertarán a usted. En este importante momento no puede restarse o mirar para el lado, porque su voto es importante. Con mayor razón los ex Concertación que votaron por Matthei y que plantearon que ahora votarían en blanco o nulo. Quienes tienen o han tenido responsabilidad política saben conscientemente que se hacen corresponsables del resultado, por lo tanto, les invito a reflexionar y optar. La historia siempre les pasará la cuenta.
¡Esperamos su voto efectivo!
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