Se acercan las elecciones de gobernadores, consejeros regionales, alcaldes y concejales, y como es habitual, las discusiones políticas que predominan en esta instancia omiten un tema crucial: La inclusión de las personas en situación de discapacidad y el apoyo a las personas cuidadoras.
Generalmente, los candidatos parecen ignorar que las personas en situación de discapacidad y quienes ejercen labores de cuidado constituyen un número significativo de electores. Este grupo está atento a las propuestas que se presentan, buscando opciones que realmente consideren sus necesidades. Sin embargo, la mayoría de las propuestas parecen limitarse a acciones mínimas y superficiales, como entregas simbólicas y fotografías que buscan impresionar más que solucionar problemas reales. La falta de propuestas concretas y efectivas para esta población es alarmante.
Los medios de comunicación, por su parte, contribuyen a esta invisibilidad al enfocar la atención en temas como seguridad, inversión pública y mejoras ornamentales, que sin duda también son importantes, pero dejan completamente de lado los problemas específicos que afectan a este grupo de personas, la falta de cobertura adecuada en estos temas perpetúa la exclusión y les mantiene al margen del debate público.
Es necesario que los Planes de Desarrollo Comunal (Pladeco) y las políticas de los gobiernos regionales incorporen una perspectiva estratégica en materia de discapacidad y cuidados. En lugar de enfocarse únicamente en el asistencialismo, se deben diseñar y aplicar soluciones a largo plazo que aborden las verdaderas necesidades de las personas en situación de discapacidad y personas cuidadoras. Esto incluye la habilitación de calles accesibles y la implementación de medidas de accesibilidad universal.
Por otra parte, los gobiernos regionales y municipales deben cumplir efectivamente con la cuota de contratación de personas en situación de discapacidad y promover la concientización sobre este tema. La falta de cumplimiento en estas áreas demuestra una falta de compromiso, coherencia entre sus prácticas y el mensaje.
En este contexto, es crucial que los candidatos que serán nuestras futuras autoridades se comprometan, dejando atrás el clientelismo, en avanzar hacia una verdadera inclusión, donde todas las personas sean consideradas y puestas en valor. La política de estos tiempos debe ser un vehículo para el cambio real, ahora es el momento de que todos los actores políticos y sociales se comprometan con la creación de un entorno realmente inclusivo para todas las personas.
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