En La Cisterna, una comuna que ha sabido vivir el pulso de la historia de Chile, hemos querido homenajear a una figura que, por sobre la discusión partidaria, dejó una huella imborrable en la salud de nuestro país: el doctor Salvador Allende Gossens. Hace unos días, el concejo municipal aprobó -con cinco votos a favor, dos en contra y una abstención- que nuestro nuevo Centro de Especialidades Médicas y Odontológicas lleve su nombre, una decisión que proyecta este legado hacia el futuro de nuestra comuna.
Para nosotros no se trata de un simple gesto político, sino de un acto de justicia hacia un hombre cuya vida y obra estuvieron dedicadas a fortalecer la salud pública, especialmente en favor de los más vulnerables. Cuando se habla de Salvador Allende suele recordarse su rol como Presidente de la República, un cargo que marcó profundamente la historia de Chile. Sin embargo, su trayectoria como médico fue decisiva en el desarrollo de muchas de las políticas modernas de salud pública. Allende no fue un político que incursionó en la salud, sino un médico que entendió la necesidad de poner la salud en el centro de la política.
Su compromiso con la medicina social comenzó mucho antes de llegar a La Moneda. En su tesis de grado de 1933 ya planteaba un enfoque cercano a lo que hoy llamamos "determinantes sociales de la salud", advirtiendo que la enfermedad estaba ligada a la pobreza, la desigualdad y las dificultades de acceso a condiciones de vida dignas. En 1939 asumió como ministro de Salubridad, Previsión y Asistencia Social en el gobierno de Pedro Aguirre Cerda. Desde ese cargo impulsó el primer Código Sanitario del país y sentó las bases de lo que en 1952 se convertiría en el Servicio Nacional de Salud.
Pero el legado de Allende no se limitó al diseño institucional de políticas en materia sanitaria. Uno de los programas que mejor refleja su compromiso como médico fue la entrega de medio litro de leche diario a todos los niños y niñas de Chile. En un país en que la desnutrición afectaba a uno de cada cinco niños menores de 6 años, esta medida permitió salvar miles de vidas, reducir la mortalidad infantil y mejorar el desarrollo de generaciones enteras. Fue tal su impacto, que ni siquiera la dictadura interrumpió esta política, que aún hoy sigue vigente en la red de salud primaria. Otro momento decisivo en su trayectoria fue la presidencia del Colegio Médico en 1947, instancia desde donde promovió la dignificación de una profesión que, a su juicio, debía servir a toda la comunidad, y no solo a quienes podían pagar. Allende fue un férreo defensor de la vocación social de la medicina, un principio que hoy se ha visto severamente debilitado por la mercantilización de la salud.
La creación del Servicio Nacional de Salud tuvo también en el doctor Allende a uno de sus principales arquitectos intelectuales, ya que él promovía la existencia de un sistema unificado, gratuito y universal, financiado por el Estado y al servicio de toda la población. Ese modelo fue durante décadas el pilar de la salud pública chilena y, pese a las reformas, sigue siendo la inspiración de nuestra actual institucionalidad en materia sanitaria.
Hasta hoy, la derecha, sector al que Allende se enfrentó durante años, intenta minimizar su figura, como ocurrió hace unas semanas al retirar su nombre de una de las principales arterias del sur de la capital. Como sea, no es posible ocultar los avances en salud pública, los hospitales que se levantaron ni las políticas que transformaron la vida del país. La figura de Salvador Allende nos recuerda el rol del Estado en la protección de la salud. En un país en que este derecho aún enfrenta importantes barreras de acceso, su visión de una atención digna y universal para todos sigue estando plenamente vigente.
Por ello, en La Cisterna hemos querido rendirle homenaje dando su nombre a nuestro nuevo Centro de Especialidades Médicas y Odontológicas, ubicado en Avenida Ossa 140. Esta decisión será un recordatorio de que la salud no es un negocio, sino un derecho humano. El legado de Allende no es solo memoria: es una guía para seguir construyendo una salud pública de calidad, con un enfoque humano y social. En la ración de leche que recibieron generaciones de niños, en la atención brindada en la red pública y, ahora, en los servicios que ofrecerá este centro en especialidades como Medicina Familiar para niños, Ginecología, Psiquiatría, Periodoncia, Ortodoncia, Endodoncia y Rehabilitación de prótesis, se refleja el compromiso de un médico y estadista que hizo de la salud un pilar del desarrollo de Chile.
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