¿Dónde construir la cárcel?: En Lo Barnechea, pues

Juan Claudio Reyes

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Mucho se ha discutido acerca del lugar en que se podría construir una cárcel "de alta seguridad", donde poder recluir, especialmente, a delincuentes provenientes del crimen organizado. Ante el anuncio de que ella sería construida en la comuna de Santiago, su alcaldesa ha señalado que ello es un error, pues afecta a los vecinos de la comuna y, recién, el Presidente Boric ha comentado que ello se podría rediscutir.

Es evidente que sería muy difícil que una autoridad comunal apoyara la construcción de ese recinto en la comuna que dirige. Tal vez ello permite reflexionar acerca de las medidas que toma el gobierno central y que genera externalidades negativas, como por ejemplo, la construcción de una cárcel.

En general, cuando se trata de aquello, la decisión suele recaer sobre municipios que pueden ser calificados de medianos a bajos, en relación al PIB que concentran, la situación socioeconómica de sus vecinos y la capacidad de muchos de ellos para influir en estas decisiones.

Dicho de otra manera, cada vez que hay que tomar decisiones que afectan a una comuna, se decide por municipios con menos capacidad de influencia y, sobre todo, que son "más pobres". Por ello, me permito sugerir al Gobierno que evalúe la posibilidad de construir este nuevo recinto penal en la comuna de Lo Barnechea, donde vivo desde hace más de 20 años.

Esta comuna posee todos los requisitos que la autoridad ha señalado como necesarias para esa construcción: Acceso seguro y cercano al agua; excelente sistema de transporte; cientos de hectáreas de terreno posibles de ser utilizadas, con más lejanía de comunidades asentadas, como ocurre con el lugar elegido en Santiago (territorios pre cordilleranos).

Es decir, la pregunta podría ser ¿por qué no en Lo Barnechea? Seguramente porque ahí protestarían muchas personas influyentes, como se hizo en las comunas de la zona oriente cuando se pensó que nuevas carreteras urbanas y líneas de Metro podrían construirse de modo más barato, al hacerlas en altura; lo que sí se hizo, profusamente, cuando ellas pasan por comunas más modestas.

Sería bueno que, sobre la base de esta discusión, nos pusiéramos de acuerdo en que nunca más la decisión acerca dónde se construye algo que pueda ser incómodo siga segregando a los más pobres y, con ello, aumente la inequidad territorial, en todos los sentidos, como la presencia policial por habitante, que es mayor en la zona oriente de la Región Metropolitana; o la presencia de servicios públicos entre un sector y otro; o la presencia de sucursales bancarias o farmacias.

Entonces: ¡¡¡Bienvenida la cárcel a Lo Barnechea!!!