El evangelio y las derechas

Pedro Vera Castillo

Ultimos publicados:

• El evangelio y las derechas
• Indignación académica, ¿y ahora qué?
• Toda la derecha al pizarrón

Recientemente nace a la vida política el Partido Social Cristiano (PSC). Por un lado, al alero del pastor Luciano Silva, y por otro, al alero de "la derecha más fundamentalista" que proviene del movimiento Las águilas de Jesús, que surge del trabajo en universidades, y que recoge la matriz del Partido Conservador Cristiano. Ha tenido un rápido crecimiento convocando, principalmente, a la comunidad cristiana evangélica y a sectores populares.

Se trata, en síntesis, de una visión fundamentalista con base en la interpretación del Antiguo Testamento, y una visión integrista que busca modelar la vida pública a partir de esos principios. Esta reflexión viene a cuento considerando la segunda vuelta de la elección de gobernadores y el apoyo dado al candidato de las derechas por parte del PSC, endosando sus votantes. Sostenemos que se engaña así al pueblo evangélico y, en particular, a nuestros ciudadanos socialmente más carentes de la Región del Biobío.

Por mi parte soy católico por decisión adulta y propia, pero me formé y me inicié en el conocimiento de Cristo en el culto dominical de la Iglesia Metodista en compañía de mi abuela materna, esposa de pastor, y donde me dejé contagiar por la prédica directa y sencilla de sus pastores, al punto que llegando a casa intentaba siempre predicar el evangelio desde algún sillón. Era muy niño, pero no recuerdo algún pastor que intentara enseñarnos que el Evangelio significaba ubicarse a la derecha del espectro político. La verdad evangélica no puede ser reducida a toscas versiones políticas, mucho menos argüida por pseudolíderes para lograr, en nombre de ella, un caudal de votos.

Del Evangelio según Mateo aprendemos que el día del juicio final, Cristo dirá a los elegidos: "Porque tuve hambre, y me disteis de comer; tuve sed, y me disteis de beber; era forastero, y me acogisteis; estaba desnudo, y me vestisteis; enfermo, y me visitasteis; en la cárcel, y vinisteis a verme". Entonces los justos le responderán: "Señor, ¿cuándo te vimos hambriento, y te dimos de comer; o sediento, ¿y te dimos de beber? ¿Cuándo te vimos forastero, y te acogimos; o desnudo, ¿y te vestimos? ¿Cuándo te vimos enfermo o en la cárcel, y fuimos a verte?". Y el Rey les dirá: "En verdad os digo que cuanto hicisteis a unos de estos hermanos míos más pequeños, a mí me lo hicisteis".

Es imposible aceptar que el mundo construido por la visión ideológica de las derechas y que hoy conocemos como el neoliberalismo, fuente de discriminaciones e injusticias que el cristiano no puede aceptar, sea la opción para ese mundo evangélico y popular.

Me habría gustado leer una declaración de los pastores de las iglesias evangélicas, devolviendo a los ciudadanos de la Región del Biobío, y en particular a sus feligreses, la libertad y la dignidad de elegir su gobernador regional sin que se intente utilizar su vocación y su fe cristiana en favor de las derechas.