El gran desafío

El próximo domingo llega la hora de votar, unos 10 millones de compatriotas decidirán cuál es la opción mayoritaria, si el Apruebo o el Rechazo, definiendo así el nuevo periodo histórico de la época republicana de la nación chilena.

Una cuestión esencial a resolver es el tipo de Estado a definir por el plebiscito, es decir, la perpetuación del Estado subsidiario consagrado en la Constitución del '80 en el caso que gane la opción del Rechazo; o la formación de un Estado social y democrático de derechos que se establece en la nueva Constitución, propuesta por la opción del Apruebo.

Así, la paridad de género, el reconocimiento constitucional de los derechos de los pueblos indígenas, la lucha por el medio ambiente y contra el cambio climático, la regionalización, la descentralización y la participación serán pilares esenciales en el esfuerzo de la nación chilena por un país más justo y digno, en el caso de obtener mayoría la opción del Apruebo.

Ahora bien, aunque no se reconozca, la opción del Rechazo significa prolongar la vigencia de la Constitución de 1980, la razón es clara, por mucho que sus partidarios lo nieguen, no han indicado vía alguna que pueda reemplazar al texto pinochetista, impuesto sin piedad ni contemplaciones, si es que llegasen a imponerse en el plebiscito del 4 de septiembre próximo.

Lo que pasa es que en la derecha no tienen acuerdo para una posición común. Hay opiniones lúcidas que entienden que el proceso constituyente hacia una nueva Constitución debe seguir, aún con la mayoría ocasional del Rechazo.

Sin embargo, la presión económica y social de la ultraderecha es determinante, por tanto en ese caso, vigente pero en decadencia, la Constitución del '80 seguirá rigiendo si ganan aunque sea estrechamente los grupos ultraconservadores que seguirán imponiendo su hegemonía, hoy apoyan a "republicanos" y financian en la sombra la millonaria campaña del Rechazo, así la presencia del texto constitucional de la dictadura se arrastrará indefinidamente.

De modo que para Chile y su estabilidad institucional la victoria de la opción Apruebo es fundamental, hay demócratas que se niegan a reconocer esta realidad subsumiéndose en una penosa alianza con la derecha que es nociva para el país.

En el caso del socialismo chileno es motivo de orgullo su activa participación en la lucha por el Apruebo, con amplitud y sin sectarismo, con la movilización de sus militantes ha dado una de sus más notables batallas. Por la memoria de sus caídos y porque se juega el futuro del régimen democrático.

Por todo Chile resurgieron los y las socialistas brindándose por entero en un esfuerzo histórico para dejar atrás la Constitución impuesta por la dictadura y generar una nueva Carta Fundamental, nacida en democracia. La historia sabrá valorar este impulso decisivo para reemplazar el Estado subsidiario y abrir paso a un Estado social y democrático de derechos. En las calles, construyendo futuro.

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