¿Es posible una lista unitaria a la Constituyente de toda la oposición?

Leonel Sánchez Jorquera

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Lo primero que se debe aclarar es el objetivo común que debería tener una lista unitaria del mundo de la oposición en la elección del órgano constituyente, de lo contrario se estaría construyendo una unidad falsa, o a lo menos, débil en sus planteamientos. Este tema es de suma importancia porque tiene que resolver una primera pregunta ¿sobre qué pilares constitucionales se debe construir el debate de las normas específicas de una nueva Constitución Política de Chile?

Permítanme señalar por ahora dos pilares que permitan construir y estructurar un nuevo texto y mandato constitucional: el primero es la participación, en su más amplia y profunda manifestación y el segundo es la perspectiva de los derechos humanos, no solamente concebida en la tradicional clasificación de los llamados derechos humanos de primera generación, por algún sector de la doctrina, sino que en su cabal expresión de derechos humanos que emanan de la integridad de la persona humana como individuo social.

Respecto a la participación como principio o pilar estructurante de una nueva constitución, la debemos abordar en todas sus dimensiones, impregnando todas las instituciones constitucionales que se desarrollen en el proceso constituyente.

En cada norma constitucional tenemos que mirar la perspectiva de la participación no tan solo como un ejercicio de la participación ciudadana, como expresión de derechos en un sistema democrático, sino que también como parte de la vida activa de cada persona que en forma integral se relaciona con la sociedad toda.

Se puede mencionar como ejemplo, la regionalización, en la participación de las regiones en el desarrollo del país; en temas de equidad de género, con la colaboración de las mujeres; en reformas laborales y previsionales, con el aporte de trabajadores/as y sindicatos; en inclusión, con la participación de toda la comunidad LGBTQ+; con respeto a los pueblos originarios, en la participación de un Estado Plurinacional; en incorporación de emprendimientos al desarrollo nacional, como la participación en cooperativas; en recuperar nuestros recursos naturales, como la participación de los chilenos/as en los beneficios del cobre, litio, agua, recursos marinos, solo por mencionar algunas temáticas.

Respecto a la perspectiva de los derechos humanos, recogiendo la clasificación de las generaciones de los DDHH, el texto constitucional tiene que acopia los derechos políticos y civiles, los derechos económicos, sociales y culturales, y los derechos de las últimas generaciones, como los derechos a vivir en un medio ambiente libre de contaminación, el derecho a la paz, o el derecho de acceso a la sociedad de la información en condiciones de igualdad y no discriminación.

Todos estos derechos en su calidad de universales, indivisibles, irrenunciables e inalienables, que impregnan cada norma constitucional y permiten desarrollar todo un capítulo nuevo de derechos y garantías constitucionales con acciones y órganos del Estado que los promuevan y defiendan.

Sobre estos pilares fundamentales se podría seleccionar una serie de candidatos/as al órgano constituyente que representen el mundo de la oposición, que se inscriban en una lista única, formada por militantes de base de partidos políticos e independientes de militancia política, principalmente de organizaciones de base y comunitarias o actores relevantes del movimiento social que gatilló el estallido y actual proceso constituyente.

La clave es la participación del pueblo de Chile, o los pueblos de Chile, para lo cual se podrían desarrollar primarias por los actuales 28 distritos, donde participen todos los militantes de base de los partidos políticos de oposición que quieran participar, las personas de organizaciones sociales y comunitarias y los independientes de militancia política.

Recordemos que la elección del órgano constituyente escapa a la lógica de toda otra elección (presidencial, parlamentarias, municipales y regionales) donde las lógicas políticas, las políticas de alianzas y las proyecciones de proyectos políticos partidistas van marcando la conformación de candidaturas a los distintos órganos del Estado de elección popular.

La elección del órgano constituyente tiene una lógica política muy distinta, pues se sentarán las bases de la construcción de la casa de todes por esta generación y para varias más que, para mayor abundamiento, nunca se había producido en Chile a través de un mecanismo de asamblea constituyente.

Dichas primarias se podrían organizar por comunas, en donde se elegirían las más altas mayorías para conformar las listas de constituyentes, respetando las normas de paridad y todas las demás disposiciones electorales vigentes.

En las próximas semanas se podría redactar un reglamento de primarias convencionales de constituyentes y definir, a lo menos, un local por comuna, conformando protocolos, normas y Comisiones Electorales similares a la utilizada en la Ley N° 19.418 sobre Juntas de Vecinos y demás organizaciones comunitarias. Se utilizaría el registro del Servel o se podría solicitar a los votantes que concurran con su carné de identidad y su Consulta Datos Electorales del Servel actualizado.

Recordemos que al 11 de enero de 2021 tienen que estar inscritas las listas de candidatos/as a la constituyente. Por tal motivo las primarias convencionales de constituyentes se podrían organizar para el domingo 20 de diciembre, permitiendo establecer plazos de reclamación y formalización de las listas de candidatos/as.

Es así como, mientras los medios de comunicación tradicionales, los matinales y la farándula nos llenan de nombres, muchos de los cuales provienen de las tres comunas de la región metropolitana en que ganó el rechazo y que han concentrado el poder del país, nosotros tenemos que generar un proceso participativo y deliberativo desde las bases territoriales de cada una de nuestras comunas.

Si los partidos políticos no recogen esta propuesta o no desarrollan una similar, limitando la participación de sus propias bases militantes, haremos primarias las personas que somos independientes de militancias políticas, que somos parte del movimiento social, que tenemos militancia en organizaciones de la sociedad civil, que somos parte de organizaciones de base o comunitarias, y que queremos construir un nuevo modelo de desarrollo humano con todes.