Escuchen la voz de Aconcagua

Un sentimiento de potente optimismo se generó entre los habitantes de la futura región de Aconcagua, cuando en los últimos días de la administración anterior se dio a conocer el informe favorable de la Subsecretaría de Desarrollo Regional (SUBDERE), para la creación de la región número 17 de nuestro país, comprendiendo las provincias de Los Andes, San Felipe y Petorca.

Sin embargo, con el correr de los meses, este sentimiento ha sido de dulce y agraz, porque si bien sigue creciendo el apoyo, entre actores políticos, sociales y económicos de esta gran zona - que en el pasado fue precisamente una región separada del sector costa de Valparaíso -,  e incluso se ha creado una bancada de parlamentarios de Aconcagua en el Congreso Nacional, la SUBDERE ha dado señales claras de cuestionamientos hacia el informe emanado de ese mismo organismo del Estado.

Según asistentes a una reunión con el Subsecretario Regional en junio pasado, la cual no estuvo exenta de polémicas por la aparente falta de atención de la autoridad hacia los alcaldes presentes y por haberlos hecho esperar debido a cambios o ajustes de su agenda, el informe base fue cuestionado señalando que para su elaboración se utilizó como fuente el Censo de 2002.

Frente a ello, cabe aclarar que en dicho estudio se utilizó una proyección de crecimiento exponencial de la población de las tres provincias para el año 2017, determinando un total de 341.373 habitantes, que representan un margen de error marginal, al tomar en consideración que el Censo oficial de 2017, determinó una población de 343.619, personas, es decir, una diferencia de poco más de 2.000 personas, equivalente a un 0,65 %, como lo expuso la Corporación Aconcagua Región y el Movimiento Yo Amo Aconcagua en un comunicado tras la materialización de dicha reunión.

Conscientes de que todas estas circunstancias generaron evidente desazón en nuestra zona, nos sumergimos durante varias semanas a revisar el informe que precedió a la creación de la actual región de Ñuble, para dilucidar si efectivamente el relativo a nuestra zona debía ser reformulado, encontrándonos con la sorpresa de que ambos textos poseen una serie de similitudes - por no decir que son casi idéntico s-, por lo que nos parece muy extraño que ahora se esté desconociendo el informe sobre la Región de Aconcagua y se pretenda desechar cerca de 70 millones de pesos invertidos en su elaboración.

¿Y cuáles son las similitudes? Pues bien, ambos documentos dados a conocer por la SUBDERE, analizan aspectos históricos de la regionalización de Chile, económicos, sociales y geográficos, contemplando capítulos con antecedentes generales, demográficos, financieros, administrativos y educacionales, de la Región de Ñuble, que ya es una realidad y de la futura Región de Aconcagua.

Asimismo, no deja de llamar la atención la similitud en las características de Ñuble y Aconcagua, como por ejemplo que ambas provienen de una de las tres regiones más grandes y desarrolladas de Chile (Bío-Bío y Valparaíso), ambas cuentan con una superficie territorial bastante similar, ambas poseen tres provincias (Los Andes, San Felipe y Petorca en el caso de Aconcagua y Diguillín, Itata y Punilla en el de Ñuble) y si bien tienen una diferencia en el número de habitantes, la densidad es casi idéntica entre ellas.

Según los datos a la fecha de la elaboración del informe de Línea Base, en el ámbito educativo, Aconcagua considera la existencia de 293 establecimientos educacionales en las tres provincias, mientras que en Ñuble la cifra es de  325 establecimientos de educación primaria y 77 de secundaria.

En salud, la dotación de Aconcagua contempla 57 establecimientos, de los cuales ocho corresponden a hospitales, uno a clínicas privadas, 16 a consultorios, 26 a postas de salud rural y seis a centros de salud.

Por su parte en Ñuble, al momento de la elaboración del informe, existían siete Hospitales, dos de alta complejidad (Chillán y San Carlos), cinco Hospitales comunitarios de baja complejidad (El Carmen Bulnes, Coelemu, Quirihue y Yungay), además de 57 postas y Centros de Salud Familiar en cada comuna.

En seguridad, Aconcagua cuenta con un total de 28 establecimientos policiales (comisarías, subcomisarías, tenencias y retenes) y 36 establecimientos de justicia (tribunales, fiscalías, juzgados y  corporaciones de asistencia judicial).

Aquí es donde debemos reconocer que se da una diferencia sustancial, ya que Chillán, aparte de los establecimientos mencionados en Aconcagua, cuenta con una Corte de Apelaciones, pero es precisamente lo que buscamos también para nuestra Región de Aconcagua, contar con una Corte de Apelaciones.

Con todos estos datos en la mano, esperamos que las autoridades escuchen el clamor de una zona que históricamente fue una región.

En definitiva, Aconcagua no está pidiendo transformarse en región, sino volver a ser lo que era.

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