Los mineros del carbón siguen vivos y luchando

Los mineros del carbón arrastran una historia grande de luchas y reivindicaciones, tanto que aunque la industria esté desapareciendo y apenas quedan unos cuantos pirquenes, ellos, los mineros siguen luchando contra las injusticias y cada cierto tiempo nos recuerdan que no han muerto, que siguen vivos y, casi clandestinamente, otra vez luchando por el cumplimiento de antiguos compromisos, por acuerdos añejos que el poder quiere eludir, aprovechando la colusión para informar y proteger los intereses de los dueños de los medios, especialmente del duopolio “informativo”.

Es una historia de antiguas luchas sociales. Existen hitos notables. Como la Huelga Larga del Carbón de Lota en mayo de 1960, justo cuando Chile era azotado por el terremoto más intenso que el mundo tenga registro. Fueron 96 días de huelga, para  demandar condiciones laborales y de vida humanas, en un mineral que era el corazón de la producción de la energía nacional, y por ende, de la economía nacional.

Este gran movimiento huelguístico ha sido muy estudiado, e incluso, protagonista de una novela gráfica, “Lota, 1960. La huelga larga del carbón”. Los mineros del carbón eran el motor de una de las regiones de mayor empuje industrial. La arremetida del libre mercado terminó con aquel polo industrial diverso y desarrollado que tenía el país y, con el sueño industrial de una región. Hoy solo queda la memoria de esa época traducida en libros, videos, turismo o teatro y, unos cuantos compromisos incumplidos por las autoridades.

Estos días solo algunos medios entre ellos Radio Cooperativa, nos han informado que, nuevamente, 40 ex mineros de la mina Santa Ana en Curanilahue bajaron a 500 metros al interior de la mina a protestar, parapetándose allí, por el incumplimiento de un protocolo firmado el año pasado.

En agosto de 2015 la empresa privada SW Curanilahue SA, dueña de la mina, declaró su quiebra y los 180 mineros de entonces debieron iniciar una huelga, pues, además de la quiebra, también tenían sueldos y cotizaciones previsionales impagas.

El conflicto terminó tras la intervención del Gobierno con la firma del mencionado protocolo, mediante el cual, el Ejecutivo cancelaría a las familias de los mineros: consumos básicos, capacitación y estudios a los hijos, entre otros beneficios.

Los trabajadores querían un compromiso real de cumplimiento del protocolo firmado y el apoyo para hacer funcionar la mina a pesar que existe un Liquidador, quien tiene por ley la representación legal, judicial y extrajudicial de la propietaria para velar por la gestión y liquidación de los activos.

Hoy los mineros en conflicto, gracias a esta nueva movilización, avanzaron un nuevo paso hacia otro objetivo: reabrir el funcionamiento de la mina.

La Intendencia seguirá el cumplimiento del protocolo y asesorará a los mineros para que presenten una oferta al remate de la mina y, puedan en un futuro cercano, pasar a ser ellos, los dueños de su propia fuente laboral.

Lo mínimo que se debe exigir a los gobiernos y autoridades es que, frente a estas crisis como la del carbón, tan trascendentales para la vida de miles de personas de una región, donde existen comunas como Lota- que nacieron gracias al carbón-, dispongan de los recursos necesarios para la reconversión laboral, velen por el cumplimiento de los acuerdos, y acompañen a las personas, respetando sus vivencias, cultura y sueños, teniendo siempre presente, la construcción de una sociedad más justa y solidaria.

Gracias a los mineros de la mina Santa Ana de Curanilahue, quienes nos dan una nueva demostración de coraje y valentía para luchar por sus derechos y familias. 

Los mineros del carbón siguen vivos y luchando.Su historia, unidad y capacidad organizativa los hará triunfar.

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