La emboscada, asesinato y posterior quema de tres carabineros al sur de Cañete fue un acto terrorista dirigido no sólo contra esa institución sino contra el Estado de Chile, en su conjunto. Aquel hecho no fue parte de lo que se denominó tanto tiempo violencia rural. Fue lisa y llanamente un acto terrorista cobarde y de una maldad inaudita.
Recuerdo que una conversación-discusión con un amigo, éste señaló que utilizar a las FF.AA. y a la fuerza pública en la zona de La Araucanía era contraproducente, dado que antes deberíamos buscar las causas profundas de esa violencia rural.
Dado este nuevo incidente de violencia, le preguntaré: ¿Cuánto tiempo más tendremos que estudiar las causas profundas de esa violencia rural, y para que pueda imperar el estado de derecho en la zona? Estoy seguro que el comentarista y analista Fernando Villegas me entiende perfectamente.
Finalmente, el gobierno español de la época logró desarticular a la banda terrorista ETA (Euskadi Ta Askatasuna) gracias a la voluntad y decisión política de sus autoridades; al trabajo incansable de la Policía Nacional; de la Guardia Civil (en especial, su Grupo de Acción Rápida GAR); de la Central Nacional de Inteligencia (CNI), del Poder Judicial; de la Fiscalía, y sobre todo, de un compromiso férreo de toda la ciudadanía.
¿Podremos replicar este modelo en nuestro país?
Desde Facebook:
Guía de uso: Este es un espacio de libertad y por ello te pedimos aprovecharlo, para que tu opinión forme parte del debate público que día a día se da en la red. Esperamos que tus comentarios se den en un ánimo de sana convivencia y respeto, y nos reservamos el derecho de eliminar el contenido que consideremos no apropiado