La presencia reciente de militares argentinos en un sector del Campo de Hielo Patagónico Sur, donde aún falta demarcar la línea de frontera entre Argentina y Chile tras el acuerdo de límites de 1999, y la reciente publicación del Inventario de Glaciares de Argentina, que incluye toda esa área como constituida por glaciares argentinos, ha originado que nuestra Cancillería declarara que tal inventario y la línea de frontera que en el aparece es “inoponible” para Chile, puesto que aún la Comisión Mixta de Límites Chile-Argentina trabaja para establecer la línea fronteriza. Otro tanto ha manifestado el Presidente Piñera al respecto.
El Acuerdo de 1999 entre Chile y Argentina para precisar el límite desde el monte Fitz Roy por el norte, hasta el cerro Daudet en el sur, fijó el trazado del límite entre el cerro Daudet y un punto cercano a la cumbre del cerro Murallón por el norte.
Pero aún resta fijar el límite entre el Fitz Roy y el Murallón, una distancia en línea recta de aproximadamente 64 kilómetros. En varias decenas de kilómetros, antes de llegar por el sur al cerro Murallón, la línea de frontera corre por la divisoria glacial que separa masas de hielo que escurren hacia la vertiente Pacífico de la cordillera, de masas de hielo que lo hacen hacia la vertiente Atlántico. Vale decir, es una divisoria continental de hielo.
Por el norte el límite llega al monte Fitz Roy tras recorrer una docena de kilómetros por una divisoria local de aguas y de hielo, y concluye en un punto sin expresión geomorfológica relevante ubicado a poco menos de 6 km al oeste-sur-oeste del Fitz Roy.
A partir de este punto el Acuerdo dice que “desde el último punto indicado en el párrafo precedente la línea seguirá por el paralelo del lugar hacia el Occidente…”. No existe mención en el Acuerdo respecto adónde concluye la línea, pero no hay otra cosa hacia occidente que el cordón montañoso Mariano Moreno, por cuyas alturas corre la divisoria continental de aguas y hielos, y donde se encuentran las más altas cumbres de la región, incluso de mayor cota que el propio Fitz Roy.
De manera que en su recorrido hacia el occidente, desde el punto del Acuerdo la línea va, primero, por aproximadamente 11 km de la superficie de hielo del glaciar Viedma que descarga en el lago homónimo en Argentina, y en una decena de kilómetros más sube a la divisoria continental de aguas en el cordón Mariano Moreno, su única conclusión lógica. Desde aquí el único recorrido posible para la línea de límite hacia el sur es la divisoria continental de aguas y glacial, hasta llegar el cerro Murallón.
Como lo dijo Cherniak (2001, Buenos Aires) el hecho que el Acuerdo no dijera expresamente que desde el punto determinado al oeste-sur-oeste del Fitz Roy la línea del límite deberá dirigirse hacia el Cordón Mariano Moreno, evitaba que pudiera precisarse en forma automática la diferencia, en favor de Argentina, de una gran cantidad de kilómetros cuadrados de territorio en disputa que le correspondería a cada parte, lo cual permitió que se facilitara su aprobación en Chile.
Esta intención fue reforzada por el acuerdo entre las Cancillerías en cuanto a que se trabajaría con coordenadas fijas, sin la inclusión de mapas (Centro Argentino de Estudios Internacionales, ebook #45), en una época en que la información satelital permitía perfectamente dibujarlos.
De modo que la línea limítrofe entre el Fitz Roy y el Murallón que muestra el Inventario de Glaciares de Argentina, no hace más que reflejar en un mapa lo que el Acuerdo de límites de 1999 no dice expresamente, pero de lo que calla tampoco deja alternativas. Y Chile pierde cerca de 1.000 kilómetros cuadrados de territorio en el Campo de Hielo Patagónico Sur.
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