Hace 22 siglos, Antíoco IV intentó extinguir la identidad judía, imponiendo la helenización y prohibiendo la práctica de nuestra religión. En aquellos tiempos oscuros, un grupo valiente de judíos, los Macabeos, se alzó contra la opresión, logrando una asombrosa victoria contra el ejército más poderoso de la Antigüedad.
En Janucá, recordamos con orgullo cómo, tras tres años de lucha, recuperaron Jerusalem y encendieron la menorá del Templo, encontrando aceite para encender solo un día el candelabro de 7 brazos. Este, sin embargo, duró ocho días, tiempo necesario para producir más aceite, lo que llamamos el milagro de Janucá.
La principal tradición de nuestro pueblo en esta fiesta es prender las velas de la Janukia (candelabro de 9 brazos), para que su luz destierre la oscuridad. Lo hemos hecho por siglos, incluso durante persecuciones y matanzas como las Cruzadas, la Inquisición, los pogromos de la Rusia Zarista o el Holocausto.
También lo hacemos hoy, después de que el pueblo judío sufriera un ataque brutal perpetrado por los terroristas de Hamás. Se trata de la peor masacre cometida, en un día, en contra de judíos desde el Holocausto.
Pocos días después de este ataque salvaje, el presidente de Uruguay, Alberto Lacalle Pou, solidarizó con Israel, condenó a Hamás y recibió a familiares de los secuestrados por Hamás; mientras el presidente de Argentina, Alberto Fernández, mantuvo una reunión virtual con familiares de rehenes argentinos en poder de los terroristas e hizo una publicación en cuatro diarios israelíes para pedir por su liberación.
Desde Chile valoramos a aquellos que han estado a nuestro lado, brindándonos apoyo y empatía en estos momentos tan tristes, en que compatriotas, amigos, seres queridos o familiares están directamente afectados por los hechos.
Después de dos meses de mucho dolor, Janucá viene a disipar la oscuridad y tenemos fe en que esta llama, este símbolo de la victoria que ha iluminado nuestra historia nos volverá a dar fuerza en momentos de adversidad.
Este viernes, como desde hace 14 años, celebraremos Janucá en La Moneda, lo que representa la importancia de compartir esta tradición con todos los chilenos y chilenas, representando la capacidad de diálogo, el respeto y la confianza que existe en nuestro país, para así seguir construyendo una sociedad cada vez mejor.
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