"Para mí la vida es Cristo"

"Por sus obras lo conoceréis, Mateo 7: 16-29.

Fernando Chomali, arzobispo de Santiago, fue creado -por el papa Francisco- como el noveno cardenal de Chile. Una designación de alta responsabilidad para la Iglesia Católica, que debe enfrentar una enorme cantidad de desafíos para volver a conquistar la fe en el señor.

"Espero ser un aporte", señaló convencido sobre la transcendente e histórica misión que asume. Junto a sus hermanos obispos de la Conferencia Episcopal son los que tienen una tarea insoslayable, recuperar la confianza de un pueblo católico, que ansía ver a sus máximas autoridades eclesiásticas ser, y no parecer, un verdadero espejo de luz.

"Apeló de inmediato" a sus compañeros directos, sacerdotes y monjas de base, quienes son los que están compartiendo a diario con las comunidades religiosas, las que muchas veces se ven superadas por hechos, reñidos con la moral y los principios, que envuelven a los servidores del evangelio de Cristo.

"Valora a la familia", como un lugar donde las personas aprenden a crecer. "Promueve el empleo", porque es un camino privilegiado para superar la pobreza que aqueja a muchos chilenos y chilenas. Ambos conceptos son extraordinariamente vigentes en una sociedad que está absolutamente desconfiada y corrompida por el sistema económico y social que la maltrata.

Méritos personales tiene, y de sobra. Aunque conservador, deberá demostrar en el pedregoso camino a transitar que puede enfrentar los duros desafíos que enfrentará. Desafíos que no son menores, cuando el culto a la riqueza y al poder hace transitar por una senda de individualismo y egoísmo exacerbados.

Su condición de profesor lo convierte en un formador de valores en las personas, y deberá defender los derechos humanos, contra de viento y marea. Especialmente de inocentes hijos de Dios, de sacerdotes y obispos, investidos y protegidos por una sotana, que han abusado criminalmente de niños, niñas y adolescentes, destrozándoles su futuro. La pedofilia nunca más en las casas de la Iglesia Católica chilena, obedeciendo ciegamente a los 10 mandamientos de la tabla recibida por Moisés, especialmente: NO COMETERÁS ACTOS IMPUROS. Vergüenza que marca a toda una sociedad creyente.

Ingeniero civil, con mención en Construcción, teólogo, poeta y columnista; en su calidad de obispo, tanto de la Universidad Católica de la Santísima Concepción y de la Universidad Católica, conoce de cerca el dolor de los padres endeudados para que sus hijos e hijas puedan estudiar una carrera superior, que los arrancara de la indigencia.

"De descendencia palestina". Sus padres, como muchos otros desarraigando de su patria, son inmigrantes que han aportado mucho al país que los acogió. La colonia árabe la más numerosa en Chile, hoy víctima del genocidio que sufre a manos de Israel, usurpador de sus tierras desde 1945 cuando la Asamblea General de la ONU partió en dos esa noble y pacifica nación.

La esperanza del pueblo católico está puesta en tus sabias y futuras decisiones. Que sean la de un servidor y no la de un servido, como fue Cristo, con su mensaje "urbi et orbi", al mundo. Así sea.

Desde Facebook:

Guía de uso: Este es un espacio de libertad y por ello te pedimos aprovecharlo, para que tu opinión forme parte del debate público que día a día se da en la red. Esperamos que tus comentarios se den en un ánimo de sana convivencia y respeto, y nos reservamos el derecho de eliminar el contenido que consideremos no apropiado