Al igual que otros países en las Américas, en Chile las enfermedades cardiovasculares continúan siendo la principal causa de muerte, cobrando más de 30 mil vidas cada año. De ellas, el 60% se atribuye directamente a la hipertensión arterial, una condición que afecta al 36% de la población entre los 30 y 79 años, según datos recientes de la Organización Mundial de la Salud. El principal desafío es que menos de la mitad de quienes viven con hipertensión logran controlar su presión arterial.
Pero esta realidad puede cambiar. La hipertensión es prevenible, tratable y controlable. No estamos frente a un destino inevitable, sino ante una oportunidad de transformar vidas. Y Chile ha decidido actuar con decisión, con evidencia y, sobre todo, con corazón.
La Estrategia HEARTS, impulsada por la Organización Panamericana de la Salud (OPS), es mucho más que un programa: es una hoja de ruta integral para mejorar la prevención y el control de las enfermedades cardiovasculares desde el primer nivel de atención. HEARTS integra hábitos saludables, protocolos clínicos basados en evidencia, acceso a medicamentos esenciales, evaluación del riesgo cardiovascular, trabajo en equipo y sistemas de monitoreo continuo. Es un "best buy" en salud pública: simple, sostenible y altamente efectivo.
El Ministerio de Salud de Chile fue pionero en las Américas en adoptar HEARTS, desde 2016, y ha demostrado que la institucionalización es clave. Al integrar la estrategia al Plan AUGE/GES, se garantiza cobertura universal y financiamiento para la terapia farmacológica, tanto en el sector público como privado. Esto es equidad en acción. La estrategia ha empoderado a los equipos de Atención Primaria de Salud (APS) mediante formación avanzada, redistribución de tareas estratégicas y el uso de tecnología como PowerBI para monitoreo y evaluación.
Uno de los elementos más transformadores de HEARTS es la vía clínica, que permite a los equipos de salud seguir pasos claros para intensificar el tratamiento cuando sea necesario. Esta herramienta facilita que profesionales de enfermería y farmacia ajusten el tratamiento siguiendo protocolos médicos, evitando demoras y logrando una compensación más rápida y efectiva de la presión arterial.
El Ministerio de Salud ha dado pasos firmes: más del 90% de los centros de atención primaria ya están implementando HEARTS, aunque con distintos niveles de avance. Se han realizado esfuerzos significativos en infraestructura, normativa y procesos. Hoy contamos con manómetros validados, protocolos estandarizados para la toma de presión arterial, y circulares que respaldan la intensificación del tratamiento por parte de equipos multidisciplinarios. Los medicamentos están disponibles y se realiza un seguimiento riguroso de su uso.
La experiencia chilena demuestra que HEARTS no solo mejora el control de la hipertensión, sino que impulsa una mejor atención para todas las enfermedades no transmisibles (ENT). Es un acelerador de la Estrategia de Atención Integral Centrada en las Personas (ECICEP) y una hoja de ruta hacia un sistema de salud más resiliente.
La estrategia HEARTS impulsa una transformación audaz en la salud pública con su meta "80-80-80", un llamado inspirador a la acción para que el 80% de las personas con hipertensión sean diagnosticadas, el 80% de quienes reciben ese diagnóstico accedan a tratamiento, y el 80% de los tratados logren controlar su presión arterial. Este objetivo no solo representa cifras: es una promesa de vida, equidad y bienestar, que busca convertir la atención primaria en el motor de una transformación efectiva contra las enfermedades cardiovasculares. Con el corazón comprometido con la salud pública, y con HEARTS como guía, Chile avanza hacia un futuro más saludable, más justo y esperanzador.
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