Aprobar esta ley, tal como está redactada, será un legado mal impuesto por el actual Gobierno y los legisladores salientes. Es en una forma de generar leyes donde no hay estudios de impacto en el gasto de bolsillo de nuestra gente basados en la cadena total.
Las farmacias independientes de Chile, pymes y centros de salud hemos abogado por políticas públicas de acceso a medicamentos. Y hoy nos vemos, nuevamente, violentadas por proyectos de leyes falaces, disfrazadas en promesas a todos los chilenos que no se cumplirán, porque sólo protegen los intereses de los laboratorios internacionales.
Es un hecho de público conocimiento que dichos laboratorios son los principales responsables del precio final que pagan los chilenos y chilenas en medicamentos. Y esta ley NO se hace cargo de ello. Y desvía, intencionalmente, el foco hacia la regulación de precios a farmacias.
Todos los ciudadanos deben saber que con ello no disminuirá en forma sustancial el gasto de bolsillo de los chilenos en fármacos esenciales. En razón a que no se considera la regulación al precio de entrada que fijan los laboratorios en muchísimos medicamentos, que no tienen competidores más económicos y que obliga a los pacientes a continuar comprando el único y más caro disponible en el mercado.
Este escenario es el que le corresponderá enfrentar al futuro Presidente de Chile y con firmeza, si su intención es poner fin al abuso histórico de las empresas transnacionales y bajar, efectivamente, los precios de los medicamentos de marca, que es una sentida aspiración de todos. Esta acelerada intención de aprobar en la comisión mixta un proyecto de ley, que tras 4 años de discusión legislativa está sin acuerdo, es una tramitación irresponsable.
Los parlamentarios entrantes debieran ser los llamados a corregir el diagnóstico errado sobre las causas del alto precio de los medicamentos de marca en nuestro país; y apuntar directamente a la responsabilidad que tienen los laboratorios internacionales en el precio final de los medicamentos.
Para ello se requiere implementar con urgencia el reglamento del observatorio internacional de precios. Fiscalizar y sancionar las infracciones al artículo 2 de la ley de Fármacos I, que prohíbe discriminar el precio de venta de los laboratorios productores, obligándolos -efectivamente- a vender al sector privado al mismo precio que al sector público.
También aumentar la competencia entre los laboratorios farmacéuticos, por ejemplo, permitiendo que productos que actualmente cuentan con registros aprobados en Europa y EE.UU., puedan ingresar de manera directa al mercado nacional simplificando la actual burocracia del Instituto de Salud Pública, para la importación de éstos. Y fortalecer la Ley Cenabast, ampliando la canasta de medicamentos disponible para la venta en farmacias.
Este es el camino que proponemos para responder a la necesidad de lo que exige la gente.
Desde Facebook:
Guía de uso: Este es un espacio de libertad y por ello te pedimos aprovecharlo, para que tu opinión forme parte del debate público que día a día se da en la red. Esperamos que tus comentarios se den en un ánimo de sana convivencia y respeto, y nos reservamos el derecho de eliminar el contenido que consideremos no apropiado