¿En qué momento pensamos que podría salir bien una propuesta que por un lado buscaba hacer cumplir un fallo de la Corte Suprema por dineros mal cobrados (o mal habidos) por las isapre a sus afiliados, y por el otro asegurar la sobrevivencia de las mismas empresas?
Soy mujer, siempre he sido más cara para mi isapre, incluso sin tener a mis mellizos conmigo, y aun habiendo optado por un plan sin útero. No puedo decir que no me ha respondido cuando la he necesitado, siempre he tenido la cobertura comprometida, en tiempos adecuados y con médicos apropiados.
No fui de los miles de afiliados que recurrieron a tribunales contra las alzas de sus plantes de salud, pero sí soy una de los miles de cotizantes que miraron atentos el fallo de la Corte Suprema por las tablas de factores, el debate parlamentario posterior; y sí, estoy entre los 700 mil "favorecidos" con la devolución de lo cobrado en exceso entre el 1 de abril de 2022 y el 31 de agosto de este año.
Soy de las que creyó en los argumentos de las isapre y el Gobierno, cuando aseguraron que si se las obligaba a pagar la deuda de casi US$1.600 millones el sistema podría colapsar. Según dijeron, algunas de estas instituciones ya corrían el riesgo de insolvencia en junio, dado que los resultados financieros de las empresas en marzo mostraban pérdidas por 13.000 millones de pesos.
Pero también soy de las que siempre tuvo claro que seríamos los afiliados lo que terminaríamos haciéndonos cargo del problema (y de costear nuestras devoluciones) a través de los reajustes extraordinarios a los planes de salud, que se aprobaron en la misma ley corta y que, dependiendo de la isapre y el plan, varían entre $9.000 y $42.000 mensuales.
Lo que no entendimos a tiempo fue que los reintegros no serían lo que esperábamos, que no estarían en concordancia siquiera con los reajustes que pagamos. No entendimos que de las 3 posibles formas de reintegro (a 13 años, pronto pago con descuento acordado a favor de la empresa o un bono de deuda transable en el mercado financiero) se privilegiaría el pago en 156 meses incluso de deudas que en algunos casos no superan un par de cientos de miles de pesos, lo que da montos a pagar de $1.000, $500 o $350 mensuales.
"Una burla (...) complejo para que un sistema de seguridad social tenga legitimidad", como nos dijo la ministra del Trabajo, Jeanette Jara, en El Diario de Cooperativa.
En el Congreso hay parlamentarios que miran al cielo, otros responsabilizan a La Moneda o reclaman respeto "al espíritu de la ley". Exsuperintendentes de Salud advierten un nuevo riesgo de judicialización, mientras otros plantean ir por una reforma estructural del sistema de salud de una vez. El Ministerio de Salud y las isapre han permanecido en silencio estos días.
Mientras tanto, con un sistema de provisión de salud mixto, con más de 1.600.000 cotizantes en el sector privado (con cargas son más de 2.600.000 beneficiarios), necesitamos un sistema que se financie, sí, pero también que tenga legitimidad ante sus clientes. Devolviendo 500 pesos mensuales es difícil que las isapres lo logren.
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