Nos sacuden dos tristes noticias que enlutan al país. Por la magnitud de las desgracias, ningún chileno o chilena podría estar ajeno a lo que nos impacta, duele, y nos conmueve hasta lo más íntimo de nuestro ser como personas. Los megaincendios en la Región de Valparaíso dejan como resultado hasta hoy 131 muertos, calcinados por las llamas, algunos aun no identificados, y en lo material se calcula sobre 15.000 mil viviendas totalmente destruidas, convertidas en escombros.
Son cifras atroces. Existía una familia más allá de los fríos números, había sueños y esperanzas, que se las llevaron las llamas sin piedad alguna, arrasando a diestra y siniestra. Lo que queda patente entre el humo y el fuego, no apagado, es la patética pobreza en que viven, en medio de los cerros y quebradas, los sin casa, aquellos que se toman terreno para levantar su hogar propio y no ser otro allegado, de los miles existentes en Chile.
El pavoroso drama en que quedaron los pobladores afectados ha movilizado al Gobierno, con un comité de emergencia a nivel ministerial y todos los esfuerzos y recursos estatales, gobernaciones, y municipales deben y tienen que estar dispuestos, sin titubeos, ni burocracia, ahora.
Valoramos la anónima colaboración de tantos y tantas, que ante el dolor ajeno lo hacen suyo. El sector privado en tiempos de tragedia siempre está presente. Ese don de hermandad tipifica a los y las chilenas, cuando sufrimos los acostumbrados terremotos y tsunamis.
Exigimos que los "pillines y malandras" no se aprovechen, que exista plena transparencia en los gastos y los recursos recaudados, que se destinen íntegros para los compatriotas en desgracia. No se roben los dineros, ni las especies donadas; le hacen muy mal a la fe pública, ya que estamos hartos de tanta corrupción. Vivimos para servir y no servirnos de ellos.
"Ni aunque te pongas, ni aunque te quites; cuando te toca te toca" es el dicho popular de una sabia anciana, dirigente adulta mayor, al enterarse de la trágica muerte del expresidente. Llorosa envuelve su pañuelo, tras secar sus lágrimas, camina cabizbaja hacia la iglesia cercana para elevar una oración de despedida. Sebastián Piñera, quien fuera jefe de Estado durante dos periodos, el primero 2010-2014 y el segundo 2018-2022. Falleció al caer el lago Ranco en su helicóptero, piloteado por él. Se salvan sus tres acompañantes, entre ellos su hermana Magdalena, quienes son rescatados, mientras la nave se hundía con el cuerpo del malogrado piloto que no pudo salir, fue un esfuerzo inútil que le costó la vida.
La noticia impactó rápidamente en todos los medios, nacionales y extranjeros. Su esposa Cecilia Morel, atónita, y sus hijos e hijas, consternados, no podían creerlo, su padre ha muerto, el patriarca de la familia los ha dejado solos, de un momento a otro.
Faltarían páginas para escribir sobre este chileno excepcional, el que dirigió a nuestro aporreado país. Con muchas dificultades de la naturaleza, económicas y de salud universal. Logró salir adelante a pesar de todos los obstáculos que enfrentó, poniendo siempre el mayor interés en Chile.
Permítame destacar su voluntad de apoyar el "No" con su voto, para la recuperación de la democracia. La famosa frase sobre "los cómplices pasivos" en materia de DD.HH. sobre los errores y horrores de la dictadura, y su defensa irrestricta a las minorías LGBTIA+.
Con carácter y tesón logró junto a otros técnicos de primera, salvar a "los 33" mineros que durante 70 días permanecieron bajo tierra, a 600 metros. Fue una hazaña increíble. San Antonio, principal puerto, estuvo en su mente. No dejó nunca de invertir en carreteras e infraestructura en beneficio de un país exportador, habiendo otras urgentes prioridades,
Gabriel Boric como diputado fue un implacable opositor. Hoy aprendiendo de su gestión como Mandatario le reconoce su valentía y consecuencia política. Fue ante todo un DEMÓCRATA. Todo el gobierno y el país le rindieron los merecidos honores. Fue el último adiós en este negro mes. Que en paz descanse.
Desde Facebook:
Guía de uso: Este es un espacio de libertad y por ello te pedimos aprovecharlo, para que tu opinión forme parte del debate público que día a día se da en la red. Esperamos que tus comentarios se den en un ánimo de sana convivencia y respeto, y nos reservamos el derecho de eliminar el contenido que consideremos no apropiado