Pensar la paz
"Imagina a todo el mundo viviendo la vida en paz", John Lennon
El XIII Congreso Latinoamericano de Investigación para la Paz (CLAIP), organizado por la Universidad Alberto Hurtado, en Santiago de Chile, asume un enorme desafío internacional, al convocar a la mayoría de los países americanos en esta cruzada de sano y productivo entendimiento.
Eduardo Silva sj., rector de esta casa de estudios inspirada en el humanismo cristiano, se refirió en su discurso inaugural a la permanente problemática que vive la sociedad chilena -al no respetar la justicia- por sobre el mal entendido "orden", como si solo valiera mantener la tranquilidad de los sepulcros blanqueados.
Una impunidad permanente vive y afecta a la humanidad toda. Ningún continente se escapa de esta lacra que destruye la convivencia planetaria. La amenaza de una guerra nuclear está a la vuelta de la esquina.
Chile pasa por un ciclo de violencia inusitada que intranquiliza a los poderes del Estado, los que caen presa del temor, conduciéndolos a medidas extremas inconsultas sin medir las consecuencias posteriores.
La crisis social, la crisis pandémica, la crisis climática, la crisis de la democracia, la crisis moral, y, sobre todo, la crisis por el respeto a la vida están presentes. Lo peor, sin que nadie le ponga atajo oportunamente, soluciones que permitan construir caminos de paz, sólidos, efectivos y permanentes.
En América Latina, sus conflictos bélicos, sus inestabilidades políticas, golpes de Estado, odiosas persecuciones y exterminio étnicos, y cuyas luchas sociales terminan con masivos asesinatos, hunden al ser humano en la decadencia más profunda, durante décadas.
Incluso en pleno siglo XXI, la anhelada paz no está presente en las naciones del continente de la esperanza joven, como señalara el papa Juan Pablo II, conflictos armados, hermanos contra hermanos, terrorismo de Estado, tensiones económicas que marcan un panorama de muertes y sufrimientos,
No queremos un minuto de silencio, ¡basta ya de tanto silencio cómplice!, la juventud que se reúne de distintos países del mundo en este providencial encuentro, traen consigo el pesar y el dolor de muchos de sus compatriotas, para compartirlo en el marco de la denuncia, a fin de que la frágil memoria no sucumba en el olvido colectivo. No con un ánimo de venganza, sino con la pedagogía del amor, aquel que es reflejo de una concordia entre naciones, que más le vale unirse en propósitos comunes de bienestar colectivo y universal.
"No hay camino para la paz, la paz es el camino", nos enseñaba Mahatma Gandhi. Podrán decir que esta oportuna reunión está fuera de contexto, un sueño incumplido, es cierto... pero la voz de los sin voz ya se hizo presente con la fuerza de la verdad oculta.
La convocatoria hecha por la CLAIP está iluminada por el pensamiento del "cardenal del pueblo", Raúl Silva Henríquez, el que hace 50 años creó el Comité Pro Paz, que posteriormente derivó en la Vicaria de la Solidaridad, para defender a todos y a todas los que fueron perseguidos, tras el cruento golpe militar que nos avergüenza como nación, libre y soberana.
"La paz es una batalla que vale la pena liberar", gritaba a los cuatro vientos Albert Camus, es por ello que la UAH nos da una lección, al instarnos a cultivar este don tan escaso a partir de nuestros corazones.
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