Hace unos meses, la Sociedad Chilena de Geografía (Sochigeo), otorgó el Premio Nacional de Geografía a Marcelo Lagos, geógrafo y doctor en Ciencias Ambientales, por sus insoslayables aportes al fortalecimiento del conocimiento geográfico en materias propias de la geografía física, proyectadas ineludiblemente a la humana, como indica el canon de la teoría geográfica cuando de entender y predecir el espacio geográfico se refiere (objeto de estudio de esta disciplina de las Ciencias Sociales). Dichos aportes, tienen una linealidad inmediata con la política pública en la prevención de desastres y catástrofes naturales, además.
Singulariza a este premio nacional su origen nortino, ariqueño para ser precisos, amante de la interrelación entre continente y océano que vivenció a condición de las prácticas del surf (entre otras), en aquellas costas del territorio nacional, por lo menos, eso se le escuchaba en los primeros años de formación en la carrera de Geografía por allá, en los años 1992-93. En parte, por ahí se entiende su afición por las olas, estudiadas ahora desde la perspectiva de los tsunamis, proyectados a la necesidad de ordenamiento del territorio, prevención de desastres naturales y fortalecimiento de la educación geográfico-ambiental (a riesgo de redundancia). Desde ahí se conoce y entiende su desenfado con el análisis y su divulgación, estudiantil-universitaria en primera instancia y, ahora, desde lo académico-científico y también desde sus coberturas mediáticas ampliamente reconocidas en los imaginarios de las audiencias nacionales.
Importa indicar en este sentido que la producción científica y divulgativa de este geógrafo galardonado tienen un vínculo lineal, también, con las relaciones espaciales de poder, entendidas éstas como una relación social que se encuentra en permanente dinamismo con sus entornos naturales y los intervenidos por las personas en sus múltiples posibilidades de organización (capacidad de influir para modificar conductas en personas y organizaciones diversas, en contextos espaciales-territoriales). Como se deriva de lo anterior, entonces, este análisis logrado por el galardonado, tiene (o debiese tener) impacto directo sobre el diseño de la política pública, pero antes de ello, se esperaría también en el sistema político democrático representado en los concejos comunales, consejos regionales y Congreso Nacional, más los correspondientes ejecutivos (alcaldías comunales, gobernaciones regionales y Presidencia de la República).
Cabe indicar que, para una óptima deliberación institucional y representativa, la producción y divulgación científico-académica de Marcelo Lagos es también lineal, ya que contribuye, junto al esfuerzo de otras y otros, a densificar la educación o formación en geografía para asumir más comprensivamente los riesgos sobre la vida, como también sobre la inversión pública y privada, cuando no se atienden adecuadamente los equilibrios ecológicos. Desde ahí, inmediatamente, interpela los deficitarios procesos de formación escolar en educación geográfica, lucidamente expuesta por el presidente de la Sochigeo, Cristián Henríquez(1).
Además, conviene indicar que los aportes del galardonado también se proyectan hacia geografía de la multitud y/o una sociedad civil más o menos consciente, cuando él participa en las plataformas nacionales (TV y radio), pero también comunitarias, como fue su desempeño en un programa streaming que buscaba contribuir a la Formación Ciudadana Constituyente a fines del año 2022, a la espera del segundo proceso constituyente, indicando en esa oportunidad -entre varias consideraciones- que un gran desafío era (es y será) profundizar la educación geográfica en el currículo educacional nacional(2). En la misma línea, cómo se rescatan las percepciones de los habitantes en los lugares donde se interviene, buscando la mejor síntesis para la toma de decisión lo más territorializada y consensuada posible, entre otras.
En fin, este actual Premio Nacional de Geografía, junto con lo indicado y en el modo que se ha dispuesto su desempeño académico-científico, ha logrado visitar y revisitar las distintas escalas geográficas que le ha permitido su HACER. Su aporte no sólo es conocido en el Congreso del Futuro del año 2023 en la Región de Antofagasta, no sólo en el aula de clases en clave de pregrado o postgrado, no sólo en las plataformas nacionales de TV y radio, sino que también en los medios comunitarios divulgando y enseñando los mismos contenidos y más, situados desde el lugar con el que se conecta.
Los premios nacionales de Geografía entregados por la Sochigeo siempre se ajustan al mérito de una colega o un colega que ha aportado al conocimiento geográfico y de ahí, a las Ciencias Sociales en general, representando el abnegado trabajo de la comunidad de geógrafas y geógrafos en la multiplicidad de coberturas académicas y profesionales y, esta versión del premio, no es la excepción.
(1) Ver en Geografía, una materia pendiente
(2) Ver en Programa Construyendo Unidad
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